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La guerra cruzada entre Israel y Hamás sigue en horas críticas en el quinto días después del ataque sorpresa lanzado por la organización islamista el pasado sábado contra un festival por la paz que se celebraba cerca del kibbutz Reim, en pleno desierto del Neguev. Este miércoles, el Gobierno israelí ha reunido una cifra récord de reservistas, un total de 300.000, que fueron llamados a filas el pasado lunes para participar en la invasión terrestre, según han informado varios medios.

Según anunciaba el portavoz del Ministerio de Exteriores este martes, Lior Haiat, las Fuerzas Aéreas israelíes habían enviado aviones de transporte militares al extranjero para facilitar el regreso de ciudadanos que quisieran unirse a las tropas. En Israel, todo adulto hasta la edad de 40 años cuenta como militar en reserva, está obligado a acudir a filas si se le llama y también de participar ocasionalmente en actividades de entrenamiento. Solo las mujeres embarazadas o con hijos están exentas.

Por otro lado, la Franja de Gaza se ha quedado sin electricidad. A la planta eléctrica solo le quedan 40 megavatios disponibles, cuando la demanda media de las últimas 12 horas ha sido de 560 megavatios, con un déficit de electricidad del 92%, señaló la empresa local. Además, el enclave cuenta con solo 300.000 litros de combustible, que solo cubren 10 horas de luz, y que de momento reserva hasta que Israel acepte que Egipto mande combustible por el paso de Rafah, por lo que el corte de luz podrá prolongarse varios días. Ahora, todas las gobernaciones de Gaza tienen tan solo tres horas de energía seguidas de otras 24 sin luz.

Gaza depende de Israel para recibir el suministro eléctrico, así como para la importación de combustible para alimentar su única planta, pero desde el sábado no recibe ni una cosa ni la otra.

Una "completa ofensiva"

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ordenó además este pasado domingo un "cerco total" a Gaza, sin entrada de combustible, comida, electricidad o medicinas, ni ayuda humanitaria; y este martes indicó que Israel iniciaba una "completa ofensiva" contra la Franja, donde no han cesado los bombardeos indiscriminados.

El corte de luz agrava aún más la crisis humanitaria en Gaza y deja al borde del colapso los hospitales del enclave que ya están desbordados.

Hamás lanzó este miércoles un ataque por sorpresa por tierra, mar y aire, que pilló desprevenido a Israel, que declaró la guerra a las milicias de Gaza y desde entonces se suceden enfrentamientos armados en una veintena de puntos en territorio israelí y sigue en intercambio de fuego por aire, con cohetes desde la franja y bombardeos israelíes en el enclave.

Esta nueva guerra ha causado más de 1.200 muertos en Israel y más de 3.000 heridos; mientras que los ataques aéreos de represalia de la aviación israelí se han cobrado al menos 1.055 vidas y dejado 5.184 heridos en Gaza.