El rey Felipe VI llegando al Palacio de la Almudaina. | T. AYUGA

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La Casa Real confirma que la decisión de otorgar el título de «Real» a la Acadèmi de sa Llengo Baléà se fundamenta en informes de «distintas instituciones competentes» de las cuales no revela la identidad. Fuentes de Zarzuela han subrayado a este rotativo que este es el procedimiento habitual en cuestiones de esta índole y que en ningún caso se toma la decisión en base al criterio de la propia Casa Real.

En ese sentido, ponen como ejemplo la concesión del título a clubes de fútbol, como pueden ser el Real Madrid o el Real Club Deportivo Mallorca. Asimismo, señalan que «nunca y en ningún caso» dan cuenta de las entidades que avalan la concesión y que, por lo tanto, tampoco se va a hacer en este caso. Por último, restan hierro a la decisión insistiendo en que está ha sido tomada siguiendo los cauces protocolarios y habituales.

Por otra parte, el presidente de la entidad, que ya ostenta el nombre de Reyal Acadèmi de sa Llengo Baléà, ha registrado un escrito en el Parlament dirigido al presidente de esta institución, Gabriel Le Senne, en el que solicita que se declare oficialmente la existencia de la lengua balear como lengua minoritaria española. Asimismo, Guillermo Matas demanda que se pida su inclusión en el listado español de lenguas minoritarias.

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El escrito de Matas subraya que la Real Academia Española (RAE) ha acreditado «oficialmente» que la lengua balear ha contribuido a la formación del castellano con aportaciones léxicas como ensaymada o sobressada y la comparan, en ese sentido, con lenguas como el senegalés, el finés, el javanés, el arameo, el búlgaro, el polaco y el mochica, que también han contribuido a enriquecer el acervo lingüístico del español.

El texto va acompañado de una nota firmada por el secretario de la organización, Toni Torres, que justifica la petición aludiendo al «revuelo mediático» que ha originado la concesión del título.

La Acadèmi recibió la autorización para usar el membrete de Real el pasado mes de enero, pocos días antes de la sustitución del jefe de la Casa Real. El asunto ha generado un gran revuelo en el ámbito político, académico y cultural. El portavoz de Més, Lluís Apesteguia, lamentó que Zarzuela dé pábulo con su decisión a «un grupúsculo de la incultura y el negacionismo académico y científico», aludiendo a Millán Astray como una referencia cercana a esta entidad. Por su parte, Jorge Campos, diputado de Vox, dio su «más sincera enhorabuena» a la Acadèmi «por este reconocimiento, fruto de su trabajo altruista en defensa del mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterense».

Por su parte, el rector de la UIB, Jaume Carot, calificó de «sorprendente, inmotivada y anticientífica» la decisión de la Casa Real. Asimismo, Carot se preguntó quién ha asesorado a Zarzuela en esta cuestión, aseverando que, de todos modos, se trata de un asesoramiento «defectuoso».