Antoni Olives, presidente de IGA Menorca

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El reciente acuerdo unánime de los trece consellers del Consell Insular de Menorca de otorgar un aval de un millón de euros como reserva para celebrar los Islands Games de 2033 en nuestra isla, ha actuado como una definitiva espoleta para el resurgimiento más ambicioso de la Asociación IGA Menorca. Desde que nuestra isla fue admitida en 2005 en el grupo internacional de los territorios insulares que disputan cada dos años unos juegos deportivos con carácter rotatorio, es en la totalidad de las citas en las que han tomado parte los menorquines y menorquinas que sienten el afán de la superación y el deporte en un amplio abanico de disciplinas. Ahora, sin embargo, parece llegada la gran hora de la verdad asumiendo —no solo la competición en las pistas—, sino sobre todo las complejidades de ser isla anfitriona responsable de la organización que el evento conlleva. Será como pasar una reválida, en el horizonte de 2033, cuando se habrán alcanzado casi treinta años de pertenencia al exclusivo grupo de los privilegiados.

El acuerdo unánime, sin fisuras, del Consell insular —afirma Olives— ha de ser entendido como la primera piedra del programa que hemos de levantar. A fecha de hoy, el aval nos va convertirnos en isla preferida para organizar los juegos de 2033. En nombre de IGA Menorca no puedo ocultar nuestra satisfacción por la respuesta que nos han dado.

¿Cuáles serán las etapas para llegar a la concesión definitiva de los juegos?

—Entre 2024 y 2028, hemos de desarrollar un plan de lanzamiento de la candidatura, con especial atención en el año 2025, cuando esperamos que Menorca sea oficialmente declarada isla preferida. Aquí, desde luego, tiene un peso determinante disponer del compromiso del aval económico, y otorgado por el Consell.

Por cierto, los miembros de su asociación no se dejaron ver por la sala de plenos el 22 de abril.

—No fuimos ni debíamos ir, para no parecer aquello que no somos. No somos y no nos comportamos nunca como un grupo de presión. Menos aún, de agitación en ningún sentido. Habíamos mantenidos las reuniones pertinentes con los grupos políticos. Nos escucharon con interés e hicieron suyas nuestras demandas, incluso aquellos grupos políticos que acaban de llegar por primera vez al Consell y que, por lo tanto, no conocían los antecedentes del caso. Pero no nos entrometemos en las decisiones políticas. Seguimos la ‘Doctrina Schneider’.

¿Cómo han de continuar las fases?

—Entre 2025 y 2027, hemos de defender y proclamar la candidatura entre las demás islas que son miembros de IGA. Si superamos el intento, pasaremos a 2028, cuando se prevé la votación en la isla británica de Man, en el mar de Irlanda, que, por cierto, también es una reserva de la biosfera desde 2016. Finalmente, entre 2028 y 2031 deberemos activar todos los preparativos y todas las planificaciones que conlleva semejante evento. Por último, en el bienio 2032-33, afrontaríamos la ejecución final, a su máximo grado de intensidad para garantizar un desarrollo satisfactorio de los juegos.

¿Nuestra isla está equipada   y preparada suficientemente para acogerlos?

—A día de hoy sí. Sin duda será necesario introducir retoques en ciertas instalaciones, pero el conjunto de nuestras instalaciones asegura un desarrollo satisfactorio. No se trata de disponer de piscinas de 50 metros, que es la distancia reglamentaria en unas olimpiadas, por ejemplo. No. Habrá que revisar también las pistas de atletismo probablemente. En las fases preparatorias de la candidatura, actuaremos con moderación económica. No solo las instituciones públicas lo harán, sino también nosotros en la asociación porque tenemos plena conciencia que, ante todo, somos ciudadanos contribuyentes que debemos sopesar el gasto. Vamos a ser ajustados.

¿Cuál es el equipo humano de la asociación?

—Doy plenas garantía que es un grupo competente y eficaz. Yo mismo presido en núcleo ejecutivo, acompañado por Carole Toomey, como vicepresidenta; Emilio Orfila como asesor legal; José Luis Sastre, como consejero y asesor económico; el doctor José Ramón Anciano; y, finalmente, dos coordinadores de apoyo, José María Vidal y Lorena Orfila.

A partir de este núcleo, ¿cuál ha de ser el primer paso?

—Con carácter inmediato, hemos de hacer el lanzamiento interno de la candidatura. Vamos a proceder, inmediatamente, a la difusión. Para ello extenderemos el radio de acción como nunca antes se ha hecho. No sólo nos dirigiremos a las federaciones y a los grupos deportivos estables que existen en Menorca, sino que lo vamos a ampliar a los centros educativos y de enseñanza, intensificando las acciones particularmente en los institutos de secundaria. Además, no dejaremos sin repasar todos los clubes deportivos que actúan en la actualidad.

¿Y los pasos financieros?

—El aval, como ya he dicho, es la piedra de toque para quedar nominados. Pero la prueba fuerte es trabajar desde ahora mismo para establecer convenios de patrocinio y de publicidad con el sector privado. Entre 2028 y 2033, vamos a promover la idea que Menorca se ha de convertir en un gran escaparate en todos los sentidos: como territorio de grandes atractivos naturales, un excelente destino turístico; un lugar con valores comerciales, con excelente gastronomía, etc. Todo ello debe dar lugar a una buena respuesta publicitaria y de patrocinios del mundo empresarial, turístico y comercial.

¿Qué contingente podría reunirse en 2033?

—Queremos batir récords de participación. Trabajaremos para situarnos, en conjunto, por encima de los 3.000 atletas y deportistas, a los que habrá que sumar los acompañantes. Nuestro cálculo inicial es movilizar entre 8.000 y 9.000 personas.

¿En qué época del año habrán de celebrarse?

—Generalmente, tienen lugar en verano. Es cierto que las instituciones nos han pedido reconsiderar el calendario, o quizá reajustarlo, temiendo que interfieran en las contrataciones turísticas. Desde luego, lo vamos a analizar, pero hay que tener muy claro que los IGA, en realidad, se van a comportar como un agente turístico más que va a establecer una demanda de estancias y alojamientos situada en el orden de los 9.000 visitantes. Eso es todo. Recuerdo que las Bahamas en 2013 intentó un cambio en el calendario para organizar los juegos en septiembre y no le dejaron. Fueron en julio, como siempre. Seamos prudentes con los cambios de fechas.

¿Todas las islas hoy presentes en IGA participarán?

—Sin duda. Ahora somos 24 asociaciones, con un cupo máximo de 25 islas. Los IGA no son un espacio político, ni hay intervenciones gubernamentales directas de ningún tipo, como tampoco se admiten en los juegos olímpicos.

La asociación IGA Menorca acaba de abrir las puertas a su período de historia quizá más extraordinario. Tuvo una primera etapa en la que la organización directa fue llevada por el Consell insular. Aquella fórmula no solo no funcionó, sino que se demostró frontalmente contraria al espíritu y a la reglamentación. Sin embargo, la trayectoria cambió al llegar a la Conselleria de Cultura y Deportes de Miquel Company. En 2018 promovió un estudio jurídico de la cuestión y, como resultado, se hizo el replanteamiento básico de las condiciones. Asegura el doctor Olives, que, desde entonces, todos los políticos que se han sucedido han sumado en favor del proyecto.