Un pescador de Menorca recoge una langosta en sus redes. | CIME

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Los pescadores de Maó apuestan por la formación, como vía para promocionar su oficio entre los jóvenes, para que lo conozcan y se animen a dedicarse profesionalmente a la pesca. Así lo expresaron los miembros de la cofradía de levante al conseller de Agricultura y Pesca, Joan Simonet, durante su visita a la Isla de este lunes.

El encuentro fue tan solo una toma de contacto, sin grandes cuestiones a tratar, pero que la Cofradía de Maó aprovechó para reclamar al Govern algún tipo de formación para que los jóvenes puedan conocer un oficio que «permite trabajar al aire libre, y no en una fábrica o una caja de un supermercado».

Y es que, para el patrón mayor del colectivo, Martí Mata, «en Menorca se enseña la actividad agraria en Sa Granja» e, incluso, «hay cursos de mecánica y reparación de embarcaciones en el Centre de la Mar, pero no se enseña nada de la profesión de pescador». Algo que, considera, incide en una nula generación de vocaciones y aboca el oficio de pescador a una situación de «falta de relevo generacional».

«Te puedes ganar bien la vida»

Mata reconoció que la de pescador es una profesión que está cada vez más afectada por las restricciones, «pero si haces bien las cosas, se puede vivir bien de la pesca, no te harás rico, pero te puedes ganar bien la vida». Tan es así que, asegura, el oficio «tiene futuro». Eso sí, siempre y cuando se logre dar a conocer la labor que realizan.

Otra de las cuestiones que se comentaron en la reunión con Simonet fue la temporada de langosta, la cual «parece que será buena».