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El Consell asume que no hay otra alternativa que desmantelar el parque eólico de Milà, el único que existe en la Isla y en Balears. Desde agosto, los tres molinos no funcionan. Esta circunstancia añadida a la baja productividad de los meses anteriores hacían inalcalzable la prima. Se trata de frenar la sangría económica de su mal funcionamiento, con un déficit de 600.000 euros generado en los últimos tres años.

Es evidente que, tras 19 años de funcionamiento, el envejecimiento de la instalación ha llegado a ser irreversible, tras repetidos intentos de un mantenimiento caro e ineficaz. La falta de decisiones hace años, para poner en marcha una alternativa ha llevado a perder la única generación de energía eólica.

Hay que valorar la importancia de la producción de este parque durante casi dos décadas y la reducción de las emisiones de CO2 que ha representado. Precisamente, estos argumentos son los que avalan la necesidad de contar con propuestas alternativas. Ahora, el nuevo equipo de gobierno del Consell deberá apostar por alguna solución que permita avanzar en el objetivo de Menorca 2030 en renovables. Clausurar Milà no ha de representar un paso atrás.