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Cuando Menorca ya ha entrado en los meses en los que se interrumpe la actividad en la mayoría de sectores productivos, llega el momento del balance y las valoraciones. La temporada de este año aportará un nuevo récord histórico en la llegada de turistas, pero, por primera vez, durante el mes de septiembre, con el negocio turístico que aumenta, se observa una bajada en el gasto medio diario por visitante, que se ha situado en los 150,56 euros, un 2,1 por cien menos que el 2022.

La desestacionalización se confirma como la gran asignatura pendiente, porque se reduce la llegada de visitantes de abril a junio, meses de temporada alta, mientras que repunta en julio, agosto y septiembre. Una tendencia que confirma la gran concentración de turistas en los meses punta -979.362 visitantes- lo que provoca sensaciones de agobio y saturación.

Un año más el conjunto de la sociedad y la economía de Menorca se ralentizan desde noviembre a abril, cuando se reactivará la actividad con la reapertura de los establecimientos de alojamiento. Este modelo crea desigualdades y acentúa la precariedad, además de reducir la cuantía de las jubilaciones y exigir el pago de elevadas prestaciones públicas.