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Unas veinte urbanizaciones o núcleos diseminados de la mayoría de municipios siguen sin contar con la necesaria red de saneamiento. En los últimos tres años el avance ha sido mínimo, como explicamos hoy. Una de las consecuencias o problemas de esta situación es que no se pueden conceder nuevas licencias de obra hasta que la red de alcantarillado no esté operativa. Sin embargo este no es el principal problema. Lo importante es el motivo por el que el Govern decidió esta medida, para que los ayuntamientos se pusieran las pilas y dotaran estas zonas de infraestructura: los efectos negativos para el medio ambiente.

No tiene sentido en estos tiempos y en una Reserva de la Biosfera que haya zonas urbanas sin saneamiento. Una inversión que en su día debían haber asumido los promotores urbanísticos, ahora es una pesada losa para los ayuntamientos y los residentes, allí donde se han de cobrar contribuciones especiales. Son proyectos muy costosos y a veces con dificultades técnicas para la conexión con las depuradoras. Estos motivos, sin embargo, no pueden dejar sin solución un problema medioambiental y urbanístico.