Para fortalecer el pelo y lucir una melena saludable es importante priorizar el consumo de proteínas y minerales, especialmente el hierro, la biotina y el zinc, así como de vitaminas A, B, C y E. Ya que la carencia de estos nutrientes presenta graves consecuencias como el debilitamiento del cabello, el retraso de su crecimiento y hace que sea más fino. Una dieta saludable debe incluir todo tipo de frutas, verduras, proteínas magras, cereales integrales y grasas saludables. Sin embargo, para prevenir la caída del cabello, no deben faltar estos tres alimentos.
Las lentejas son unas legumbres ricas en hierro, fibra y proteínas. De hecho, contienen un 23,5% de proteínas. Eran conocidas ya en el Neolítico, y se han cultivado por toda la cuenca mediterránea desde la Antigüedad. Son protagonistas de platos típicos en todas las culturas del sur de Europa, como el guiso tradicional con chorizo español. Para mejorar la absorción del hierro de las lentejas, es recomendable comerlas con alimentos ricos en vitamina C, como pimientos, tomates y cítricos.
Otro alimento rico en proteínas es el salmón. Con diversos beneficios para la salud, este pescado azul graso ayuda a cuidar la salud del corazón, disminuye la inflamación, favorece al aumento de la masa muscular, fortalece el sistema inmune y cuida la salud cerebral. Además, el salmón es rico en omega 3, un componente que ayuda a reducir el riesgo de desarrollo de enfermedades autoinmunes. Independientemente de su tratamiento, presenta beneficios aunque para conservar la mayor cantidad de nutrientes los mejor es tomarlo fresco y cocinado de forma saludable. Según la dieta mediterránea, el pescado fresco se debe consumir hasta cuatro veces por semana.
Se considera que las espinacas podrías encajar en la categoría de 'superalimento'. Las hojas verde oscura está cargada de nutrientes que no solo ayudan a la crecida del cabello, también al fortalecimiento de los huesos y la salud de la piel. Las espinacas han sido utilizada en multitud de recetas por distintas culturas a lo largo de la historia, del Mediterráneo al Sudeste Asiático pasando por el Medio Oriente. Además de hierro, proteína y calcio, este vegetal es una de las mejores fuentes de magnesio dietético, fundamental para el metabolismo de energía, el mantenimiento de la musculatura y el ritmo cardíaco regular.
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