El cardiólogo Aurelio Rojas te enseña a interpretar un electrocardiograma sin saber de medicina: «Si no está normal, al médico»

Los indicadores que no puedes ignorar

El primer aspecto vital es la regularidad de las ondas R, popularmente conocidas como «piquitos». Estos deben mantener una distancia constante entre sí. Cualquier variación irregular podría indicar una arritmia, que en el 35% de los casos requiere tratamiento inmediato.

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El segundo factor determinante es la frecuencia cardíaca, medida por la separación entre ondas. Una distancia muy corta indica taquicardia (más de 100 latidos por minuto), mientras que una separación excesiva sugiere bradicardia (menos de 60 latidos por minuto). Ambas condiciones afectan al 15% de la población adulta española.

La anchura de las ondas constituye el tercer elemento crucial. Rojas señala que deben ser «finitas». Un ensanchamiento anormal puede indicar trastornos en la conducción eléctrica del corazón, una condición que afecta aproximadamente al 8% de los pacientes cardiológicos.

El cuarto aspecto fundamental es la dirección de la onda posterior al pico. Esta debe orientarse hacia arriba. Si se observan varias ondas consecutivas hacia abajo en diferentes derivaciones, podría indicar una isquemia o incluso un infarto en desarrollo.

Los especialistas enfatizan que el 75% de las emergencias cardíacas podrían prevenirse con una detección temprana. Sin embargo, estas pautas no sustituyen el criterio profesional. Cualquier anomalía detectada debe ser evaluada por un cardiólogo.