Adiós a la alergia al polen: incorpora estos alimentos a tu dieta para aliviar los síntomas

Una alimentación rica en antioxidantes, vitaminas y minerales puede ayudar a reducir la intensidad de las reacciones alérgicas durante la primavera

Una buena dieta a base de vitaminas y antioxidantes puede ayudar a pasar una primavera más llevadera. | Eye Em

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La alergia al polen afecta a millones de españoles cada primavera, provocando síntomas molestos como estornudos, congestión nasal y picor de ojos. Si bien los tratamientos médicos son fundamentales, la alimentación juega un papel crucial en el control de estas reacciones alérgicas. Los expertos señalan que ciertos alimentos pueden ayudar a modular la respuesta inmunitaria y reducir la liberación de histamina en el organismo.

La histamina, sustancia química producida por el sistema inmune al detectar alérgenos como el polen, actúa como hormona y neurotransmisor desencadenando los síntomas típicos de la alergia primaveral. Los especialistas destacan que una dieta equilibrada, rica en antioxidantes y nutrientes específicos, puede ayudar a controlar la intensidad de estas reacciones alérgicas.

Alimentos ricos en antioxidantes y querecina

El té verde destaca por su alto contenido en catequinas, compuestos que reducen el estrés oxidativo y la inflamación asociada a las reacciones alérgicas. Los cítricos, especialmente naranjas y limones, aportan vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario.

Por otro lado, la querecina, presente en alimentos como el ajo, la cebolla, las peras y las cerezas posee propiedades antihistamínicas naturales. Su consumo regular puede contribuir a reducir la intensidad de los síntomas alérgicos.

Vitaminas, minerales y ácidos grasos

Las verduras de hoja verde, el boniato y los rábanos son excelentes fuentes de vitaminas del grupo B, fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. El zinc, presente en el apio y las berenjenas, también juega un papel importante en la respuesta inmune.

Además, el pescado azul, las semillas de lino y las nueces aportan ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación y fortalecen las defensas del organismo. Su consumo regular puede contribuir a modular la respuesta alérgica.

Alimentos a evitar

Es importante reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y aquellos que pueden provocar reacciones cruzadas con el polen. Entre estos últimos se encuentran la miel, el melón, los melocotones y algunos frutos secos. Los expertos recomiendan mantener un diario alimentario para identificar posibles sensibilidades individuales.