Adiós a las duchas en las playas: quitarse la arena y la sal tras un día en el mar tiene los días contados

José Palacios Aguilar, presidente de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), ha anunciado que esta medida se contempla como parte de una estrategia enfocada en la sostenibilidad y el ahorro de agua

Las duchas en las playas pueden tener los días contados.

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Las playas de España podrían experimentar un cambio significativo en su infraestructura con la desaparición de las tradicionales duchas. José Palacios Aguilar, presidente de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), ha anunciado que esta medida se contempla como parte de una estrategia a largo plazo enfocada en la sostenibilidad y el ahorro de agua.

En un contexto donde los recursos hídricos se consideran cada vez más valiosos, Aguilar ha enfatizado que las duchas en las playas, aunque útiles, no son esenciales. "El agua este año está bien, pero los problemas pueden surgir en el futuro", señala, reiterando que es más eficiente ducharse en casa o en un lugar de alojamiento, donde el consumo de agua es más regulado.

Sanxenxo: Un ejemplo a seguir

Un ejemplo palpable de esta iniciativa es el de Sanxenxo, municipio que ha retirado las duchas de sus playas, logrando un ahorro considerable de agua. Lo sorprendente ha sido la notoria ausencia de quejas por parte de los visitantes, lo que respalda la idea de que los usuarios están dispuestos a adaptarse por el bien del medio ambiente.

Este verano, España ha logrado un total de 749 'Banderas Azules', un reconocimiento a playas y puertos que cumplen rigurosas normativas medioambientales. De estas, 642 son para playas, 101 para puertos deportivos y 6 para embarcaciones turísticas. Estos distintivos no solo promueven un turismo responsable sino que también destacan la capacidad de España para liderar en sostenibilidad costera.

Supone un debate interesante sobre cómo las decisiones ecológicas afectarán al turismo en España. Mientras que la comodidad del visitante es crucial, la preservación de los recursos naturales se convierte en una prioridad que puede atraer a un turista más concienciado con el medio ambiente. Las políticas futuras deberán equilibrar ambas necesidades para asegurar que el litoral español siga siendo una atracción de calibre mundial.

La desaparición de las duchas en las playas puede parecer un paso atrás en términos de comodidad para algunos, pero responde a un plan mucho más amplio de sostenibilidad. Este cambio desafía tanto a locales como a turistas a reconsiderar sus hábitos y responsabilidades personales con el medio ambiente. A medida que España sigue liderando en la obtención de 'Banderas Azules', queda claro que el compromiso con el desarrollo sostenible es una prioridad para el país.