Aviso de un autoridad alimentaria a los usuarios: tira todos los tupers de la cocina si ya tienen esta mancha

Los envases de plástico son fundamentales en la vida moderna, pero necesitan un uso consciente para evitar riesgos de salud

Estos envases tienen el peligro de soltar microplásticos si no se manejan adecuadamente | Foto: Freepik

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En España, donde el ritmo de vida va a mil por hora, los envases de plástico se han vuelto imprescindibles en el día a día. La gente busca maneras de optimizar el tiempo y la cocina del fin de semana se ha convertido en el refugio para organizarse. Aquí es donde los 'tupper' o envases de plástico entran al rescate, permitiendo planificar las comidas de los días siguientes sin mayores preocupaciones.

Ahora bien, el mercado de envases de plástico no es un pequeño sector en el país. Según los datos de 2021 de Cicloplast, se calcula que aproximadamente 2,5 millones de toneladas de envases de plástico circulan anualmente en el mercado europeo. En España, de acuerdo con Eurostat, solamente el 51% de estos se reciclan, quedando el resto destinado a otros tratamientos menos sostenibles, como la incineración.

En ese sentido, una autoridad alimentaria finlandesa, Merja Virtanen, ha lanzado una importante advertencia que resuena en todo el continente: prestar atención a los envases de plástico agrietados o manchados. Según explica Virtanen en el medio Iltalehti, estos signos son clave para saber cuándo ha llegado el momento de deshacerse del envase. Y aquí viene lo esencial: reciclar siempre los envases de plástico dañados en lugar de simplemente tirarlos.

El impacto del mal uso de los envases

El uso inadecuado de estos envases, sobre todo cuando se los maltrata en microondas sin la etiqueta correcta o se introduce en lavavajillas con altas temperaturas, puede tener consecuencias indeseadas. Incluso si no se notan daños en un primer momento, el material del envase puede deteriorarse y acabar migrando sustancias químicas como el bisfenol A o ftalatos hacia los alimentos.

La presencia de microplásticos y otras partículas contaminantes en los alimentos, especialmente cuando los envases están agrietados, es una preocupación que no debe pasarse por alto. Si bien un uso esporádico de un envase dañado no es demasiado alarmante, el uso frecuente y continuo podría tener efectos negativos en la salud, que van desde inflamación del tracto digestivo hasta problemas más serios como daños hepáticos o renales. Las enfermedades crónicas, como la diabetes o incluso problemas cardiovasculares, podrían estar relacionadas con estos hábitos de almacenamiento poco saludables.