Aurelio Rojas, cardiólogo: «Una cucharada de esto cada día puede proteger tu corazón»

Estas semillas son la clave para una salud cardíaca óptima con su gran aportación de omega-3

El cardiólogo Aurelio Rojas en un vídeo en redes sociales | Foto: @doctorrojass

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Las semillas de lino molidas se han posicionado como un poderoso aliado para la salud, especialmente en el ámbito cardiovascular. Según el cardiólogo Aurelio Rojas, una cucharada diaria de este alimento puede ser el escudo protector que tu corazón necesita. Pero, ¿qué hace a estas semillas tan especiales?

En el mundo de la nutrición, el omega-3 es conocido por sus beneficios para la salud, y las semillas de lino son una de las fuentes más ricas de omega-3 tipo ALA (ácido alfa-linolénico). Este ácido graso es fundamental para mantener el buen funcionamiento del corazón y, cuando se consume de forma regular, puede contribuir de múltiples maneras a la salud cardiovascular.

Beneficios detallados para la salud

Uno de los grandes beneficios de las semillas de lino es su capacidad para reducir los triglicéridos, lo que es vital para evitar enfermedades coronarias. Además, tienen un potente efecto antiinflamatorio, crucial para minimizar el riesgo de enfermedades crónicas.

Estos minúsculos granos también son capaces de disminuir los niveles de colesterol LDL (considerado como el 'colesterol malo'), una función que no puede subestimarse dado su impacto directo en la salud cardíaca. Por si fuera poco, aportan fibra soluble y proteína vegetal, dos componentes nutricionales que no solo favorecen el sistema digestivo, sino que también mejoran la sensación de saciedad. Un punto a favor para aquellos que buscan controlar su peso en España.

¿Cómo consumirlas para obtener todos sus beneficios?

Es importante destacar que para que los beneficios de las semillas de lino sean absorbidos correctamente, deben estar molidas en frío. Cuando se consumen enteras, el cuerpo humano no puede absorber sus ácidos grasos esenciales de manera eficiente.

Una forma práctica de incorporarlas a la dieta es añadiéndolas a alimentos cotidianos como yogur, avena o ensaladas. Una sola cucharada diaria puede marcar una gran diferencia en tu salud vascular, sin necesidad de recurrir a cápsulas o suplementos derivados del pescado.