El Tribunal Supremo lo confirma: los inquilinos pueden tener que pagar un gasto extra a partir de ahora si no leen la letra pequeña del contrato

La sentencia traspasa ciertas obligaciones de pago del dueño al inquilino, siempre y cuando esté reflejado en el contrato

Expertos temen que esta medida actúe como medida disuasoria a futuros inquilinos | Foto: Freepik

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El Tribunal Supremo ha emitido una sentencia que podría cambiar las reglas del juego para los inquilinos en el país. A partir de ahora, si un contrato de alquiler especifica que los inquilinos deben hacerse cargo de ciertos gastos, tales como los de la comunidad, estos deberán afrontarlos, siempre y cuando así lo hayan acordado de antemano.

En un contexto en el que, en España, aproximadamente el 20,4% de la población vive de alquiler, una cifra que aumenta año tras año desde el 15,9 % registrado en 2011, esta nueva regulación legal ha generado un considerable interés. El aumento de los precios de alquiler ha sido un tema candente, y estos posibles gastos adicionales podrían ser un factor determinante para futuros arrendatarios.

El fallo es claro: los inquilinos sólo deberán asumir los costes que estén claramente especificados en su contrato. Este principio legal fue puesto a prueba en un caso que involucró a la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid (EMVS), que finalmente encontró consenso tras un recorrido legal entre las audiencias provinciales y nacionales.

Las claves de la decisión judicial

El artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994 (LAU) es un punto central en este veredicto. Según este artículo, los gastos de comunidad deben estar claramente delineados en el contrato para que los inquilinos asuman estos costes. Esto incluye detalles sobre el importe anual de los mismos, una estipulación que muchos contratos actualmente no cumplen.

Esta sentencia no solo afecta a los contratos de alquiler ordinarios, sino que pone especial énfasis en los contratos de viviendas públicas. La necesidad de que estas condiciones sean claras y específicas se traduce en mayor transparencia, un aspecto que beneficiaría tanto a propietarios como a inquilinos.

Implicaciones para el mercado inmobiliario

El impacto de esta decisión es significativo. Los expertos del sector inmobiliario señalan que, mientras esta nueva responsabilidad para los inquilinos podría parecer desalentadora, también se presenta como una oportunidad para crear contratos más detallados y claros. Esto, a su vez, podría mejorar las relaciones entre propietarios e inquilinos, reduciendo litigios futuros.

Hay, no obstante, quienes piensan que esta regulación podría disuadir a potenciales arrendatarios debido a los costes adicionales. Sin embargo, ofrece también una perspectiva de igualdad y transparencia en las transacciones de alquiler.