El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, en un acto de precampaña. | Jero Morales

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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha admitido que se siente en deuda con los siete millones de españoles que votaron al PSOE el pasado 28 de abril por no haber conseguido conformar un Gobierno progresista. «Me siento en deuda con los siete millones y medio de españoles que votaron avanzar el 28 de abril y, por tanto, votaron al PSOE. Me siento en deuda porque he intentado un Gobierno progresista y no lo he logrado», ha reconocido Sánchez en una entrevista en el diario Levante.

El líder socialista ha afirmado que una coalición con Podemos «habría sido un Gobierno paralizado por sus propias contradicciones», en el que ante el «desafío catalán» uno de los socios se planteara «que hay presos políticos o que en caso de que los independentistas quiebren de nuevo unilateralmente la legalidad no apoyen aplicar el artículo 155».

Igualmente, ha señalado que un pacto con Ciudadanos es «ciencia ficción»: «Un señor que no se me pone al teléfono, que me ha vetado y se ha puesto en brazos de la ultraderecha, que cada vez que dice tres palabras, una es Sánchez y para insultar. No creo que tenga mucha verosimilitud», ha asegurado sobre Albert Rivera.

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No obstante, Sánchez cree que ahora los ciudadanos van con más información a las elecciones del 10 de noviembre porque saben cuál ha sido la posición de los partidos responsables del bloqueo.

Sobre si ve factible un Gobierno a tres como el valenciano con PSOE, Podemos y el partido de Íñigo Errejón, Sánchez ha afirmado que no tiene «ningún problema con el multipartidismo», pero ha recalcado que debe servir para dar estabilidad al país y un Gobierno con un horizonte de cuatro años.

El secretario general del PSOE también ha señalado que el independentismo «ha fracasado» y ha garantizado que el Gobierno «cuenta con herramientas constitucionales» para responder ante una «quiebra y fractura de la convivencia»; ha advierte a la Generalitat que «primero la ley y luego, el diálogo».

Por último, ha recordado que el Tribunal Constitucional ha establecido claramente cómo y cuándo puede aplicarse el artículo 155 y ha resaltado que la filosofía del Gobierno si la Generalitat vuelve a la vía unilateral y «pone en riesgo la convivencia» será «primero, firmeza democrática; segundo, proporcionalidad y tercero, unidad»