Imagen de las inundaciones de Sant Llorenç en octubre de 2018. | Efe

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Los efectos del cambio climático cada vez están más presentes y los ciudadanos exigen a los políticos que adopten medidas para frenarlo. ¿Cuáles son las que proponen los principales partidos políticos para las elecciones del próximo 10 de noviembre?

El PSOE propone aprobar la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica. El objetivo es que en 2030 el 74% de la electricidad sea renovable y el 100% en 2050. También prometen aprobar un Pacto Verde, alineado con el Green Deal de la UE, y la reforma del mercado eléctrico para favorecer la penetración de las energías renovables trasladando la reducción de su coste al precio de la electricidad y un plan de vivienda sostenible, promoviendo la rehabilitación con criterios de eficiencia energética, energías renovables y auto consumo.

También será obligatorio delimitar zonas de bajas emisiones en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes y se apoyará la innovación tecnológica en el sector de la automoción
para conseguir eliminar las emisiones de CO2 en los vehículos nuevos en el horizonte 2040. También se hará un pacto por la industria, con incentivos para favorecer su transición
ecológica y digital y aumentar su peso en el PIB.

Los socialistas apuestan por una política del agua, acorde con el desafío del cambio climático y una remuneración más equilibrada en la cadena alimentaria a favor de los productores, incentivando el consumo responsable de alimentos. También se prevé la reducción de la huella ecológica del turismo y de su estacionalidad. Otra de las leyes previstas es la de plásticos de un solo uso, con el objetivo de residuo cero en 2050.

El PP se compromete a impulsar una reducción de emisiones que cumpla los objetivos comprometidos por España para 2030, teniendo en cuenta las circunstancias económicas, industriales y de aislamiento energético de España. Además, priorizarán las opciones energéticas que cumplan con los objetivos de reducción de emisiones al menor coste posible, para asegurar que la energía de hogares y empresas es la más asequible .

También eliminarán los impuestos de generación y ampliarán las ayudas para la instalación de infraestructuras de recarga y los recursos destinados a la financiación de vehículos eléctricos. Se aprobará un Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030 que fije las políticas que deben aplicarse para alcanzar los objetivos acordados en la Unión Europea.

Los populares harán un programa por la sostenibilidad y el futuro de la agricultura y la alimentación, que facilite a los agricultores e industriales avanzar en la sostenibilidad, en la incorporación de los principios de la economía circular y en el desarrollo de estrategias para la adaptación y mitigación al cambio climático.

Ciudadanos apuesta por los consumidores como eje de la transición energética, la seguridad jurídica, la eficiencia energética, la movilidad sostenible o una reforma fiscal verde. Además, auditarán el sistema español para liberalizarlo y desarrollarán un Plan de Eficiencia Nacional.

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La formación 'naranja' cree que España tiene recursos, talento y una posición geoestratégica clave en Europa para la energía. «Desde Cs nos aseguraremos de que nuestro país sea sostenible, eficiente, próspero y puntero», concluyen.

Unidas Podemos quiere crear una empresa pública de energía para llevar a cabo una transición ecológica, luchas contra el cambio climático y bajar la factura de la luz, «tal y como hemos hecho aquí en Baleares con la creación por parte de Juan Pedro Yllanes del Instituto Balear de la Energía».

Además, bajarán el impuesto de matriculación y circulación a los coches híbridos y eléctricos; y reformarán el IRPF para establecer desgravaciones por el uso de abonos de transporte público y por la adquisición de electricidad 100 % renovable.

También quieren incluir la lucha contra el cambio climático en el sistema educativo y declarar el Estado de emergencia climática en España, como han hecho en Baleares. Además, reforzarán las protecciones especiales para la agricultura insular y de montaña y garantizarán un futuro viable al pastoralismo, «que genera productos de alta calidad, potencia y conserva la biodiversidad y ayuda a prevenir incendios y a luchar contra el cambio climático».

Vox defiende «políticas de protección medioambiental reales y prácticas. El origen antrópico del calentamiento global es una hipótesis no probada, deducida solo de algunos modelos climáticos, que son programas informáticos complejos. Por el contrario, destaca la existencia de una variabilidad climática natural que los modelos no pueden reproducir. Esta variabilidad natural explica una parte sustancial del calentamiento global observado desde 1850. La responsabilidad antrópica del cambio climático observada en el siglo pasado es, por lo tanto, exagerada injustificadamente y las predicciones catastróficas no son realistas».

La formación de ultraderecha cree que «esta ecolocura en la que se han instalado todos los partidos políticos, excepto Vox, es una muestra más del marxismo cultural que va creando nuevas formas para acabar con el sistema de libre mercado capitalista, el sistema que más desarrollo y bienestar ha proporcionado a la Humanidad».

Més-Esquerra se compromete a trabajar para que un gobierno de izquierda plural en el Estado impulse un plan de choque contra el cambio climático, en línea con las demandas del movimiento juvenil. Además, recuerdan que «en Baleares hemos liderado políticas pioneras como la ley de residuos o la ley de cambio climático que perfectamente pueden exportarse a nivel nacional». Esta coalición asegura que «ninguna fuerza política tiene el bagaje que tenemos nosotros en esta problemática».

Más País considera que una prioridad fundamental del gobierno debe ser aprobar cuanto antes la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que debe aumentar su ambición marcándose como objetivos un 55 % la reducción de emisiones en 2030 y emisiones netas nulas en 2040. Así como un 60 % de implantación de renovables en 2030 en el consumo total de energía y 100 % en 2040; y un 20 % de reducción de consumo energético en 2030 respecto a 2015.