El presidente del PP, Pablo Casado, en rueda de prensa tras conocerse los resultados de las elecciones generales | [Jesús Hellín ]

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Los barones regionales del PP han querido dejar claro este martes que el liderazgo de Pablo Casado no está cuestionado pese a los malos resultados de las elecciones generales, que atribuyen a la fragmentación del voto. No obstante, han insistido en la necesidad de autocrítica para recuperar el espacio perdido.

Antes de la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, que se reúne en Génova para analizar los comicios del domingo, todos han coincidido en asegurar la continuidad de Casado, tras la debacle electoral del partido que ha reducido de 137 a 66 escaños su representación en el Congreso.

Uno de los primeros en llegar ha sido el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, que se ha mostrado convencido de que se recuperarán en mayo y ha considerado que la autocrítica debe hacerse dentro del Comité: «Primero habrá que hablarlo dentro y luego fuera».

En esta misma línea, aunque con distintos matices, se han pronunciado otros dirigentes regionales como el extremeño José Antonio Monago, el murciano Fernando López Miras o el castellanomanchego Francisco Núñez.

Fernández ha incidido en que el liderazgo del centroderecha sigue estando en el PP, pese a los que diga el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, y le ha advertido de que «ir contra la realidad no da buenos resultados».

El presidente del partido en Extremadura, José Antonio Monago, ha considerado «inteligente» hacer un ejercicio de autocrítica también para consolidar el liderazgo de Casado, que lleva poco tiempo y se ha encontrado ante «la tormenta perfecta», una situación ante la que «querer ser el mejor patrón del mundo es un objetivo al alcance de muy pocos».

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Monago cree que, aunque algunos mensajes se han «amplificado», «no se ha abandonado el centro» y ha lamentado la fragmentación del centroderecha, en el que los populares han jugado un partido de fútbol en un equipo que se está «pegando patadas» unos a otros, mientras los de enfrente llevaban la misma camiseta.

El líder del partido en Castilla-La Mancha, Francisco Núñez, ha subrayado que hay que seguir construyendo el partido «de abajo a arriba» y apoyarse en la bases, que «es lo que siempre ha sido el PP», para recuperar la confianza de los electores.

Núñez no cree que haya que cambiar de discurso ni modificar la estrategia, ha insistido en que «aquí nadie sobra» y ha coincidido con el gallego, Alberto Núñez Feijóo, en que el partido debe «ensancharse» y acoger a «todo el mundo que esté en el centroderecha, que es donde ha estado siempre el PP».

Para el presidente de Murcia, Fernando López Miras, los malos resultados «no son imputables» a Casado, cuyo liderazgo «en ningún caso está en riesgo», y los ha achacado a la fragmentación del centroderecha. «Eso es lo que tenemos que corregir», ha recalcado.

También el presidente de PP en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha defendido a Casado y se ha mostrado convencido de que los resultados de las elecciones generales no se trasladarán a su comunidad, donde el partido es «un modelo de éxito».

A la pregunta de si abriría el partido a Vox, Fernández Mañueco, se ha limitado a decir que salen a ganar y que luego «ya se verá», pero ha recalcado que la oferta será siempre desde la «moderación a todas las personas del centro y la derecha. Respecto a la reunión del Comité Ejecutivo, ha asegurado que no se va a hablar de personas, sino de estrategias para recuperar la confianza.