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Los equipos de rescate han acotado la zona de búsqueda del avión de Malaysia Airlines desaparecido hace más de un mes tras detectar dos nuevas señales en el Océano Índico similares a las que emiten las cajas negras.

El buque australiano Ocean Shield, equipado con un sofisticado localizador de cajas negras, captó ayer las dos señales, una por la tarde de 5 minutos y 32 segundos, y otra por la noche, de 7 minutos, según el jefe del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston.

Estas transmisiones fueron «señales muy estables, perceptibles y claras» que, según Houston, no tienen un origen natural sino que proceden de un dispositivo electrónico y fueron captadas en la misma zona donde el sábado el mismo barco registró otras dos emisiones.

«El Ocean Shield ha detectado hasta ahora 4 transmisiones en la misma zona. Esto nos ayudará a definir mejor y a reducir a un tamaño más manejable la zona de búsqueda en el lecho marino», dijo hoy Houston en rueda de prensa.

«Esperamos que con más trasmisiones podamos tener un área reducida para que en unos días podamos hallar algo que confirme de que se trata del último lugar donde reposa el (avión del vuelo) MH370», añadió el coordinador del operativo.

Once aviones militares, cuatro civiles y catorce embarcaciones participaron en la búsqueda que hoy se centró en un área que los nuevos datos han permitido reducir a 75.423 kilómetros cuadrados, frente a los 216.000 kilómetros cuadrados que abarcaba el domingo.

Houston dijo que de momento no se ha desplegado el sumergible Bluefin-21 que transporta el Ocean Shield, que espera captar nuevas señales para acotar más la zona de búsqueda antes de que se agoten las baterías de las cajas negras, que se encuentran al límite de su vida útil.

Esta nave no pilotada de cinco metros, que está equipada con herramientas para captar emisiones sonoras y una cámara de vídeo, puede sumergirse a unos 4.500 metros, que coincide con la de la zona de búsqueda, aunque su radio de acción es limitado.

El exmilitar australiano indicó que el Ocean Shield puede inspeccionar con su localizador un área seis veces más grande que la que puede cubrir en el mismo tiempo el pequeño submarino por lo que de momento se da prioridad al rastreo desde la superficie.

«Dada la vida de las baterías, es importante que recabemos la mayor cantidad de información para fijar la posible localización del avión mientras las señales se sigan transmitiendo», insistió Houston.

El jefe del operativo mostró su confianza en que los equipos de rescate están buscando en el área correcta aunque aclaró que hasta el momento no se ha visualizado ningún resto del avión.

«Lo único que tenemos hasta el momento son unas transmisiones que hemos captado pero todavía no tenemos ninguna idea de que tenemos bajo el agua», dijo el coordinador de la misión.

Houston enfatizó que la búsqueda en el fondo del mar podría complicarse más por la presencia de limo en el lecho marino, que puede ser grueso y provocar que los objetos desaparezcan en él, lo que dificulta la tarea de reconocimiento visual.

La búsqueda del Ocean Shield tiene lugar en el sector norte de la zona delimitada por la investigación situada a unos 2.261 kilómetros al noroeste de Perth.

Mientras, a unos 600 kilómetros, en el sector sur de esta zona, el navío chino Haixun 01 continúa el rastreo para intentar captar señales acústicas tras registrar dos señales parecidas a las de una caja negra el viernes y sábado pasado.

Houston dijo que en esta zona, donde también se ha desplazado el barco británico Echo, no se ha detectado ninguna señal nueva, lo que hace pensar a la investigación que las emisiones captadas por el Haixun 01 fueron rebotes de sus propias emisiones.

El avión del vuelo MH370 despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar, y desde entonces no se ha encontrado resto alguno.