Fotografía de archivo realizada el 12 de mayo de 2007 que muestra una imagen de Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en el Algarve portugués | LUIS FORRA

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Los agentes británicos que investigan el caso de Madeleine McCann han recibido permiso de las autoridades portuguesas para hacer excavaciones en varios lugares del Algarve, donde la menor desapareció en 2007, informaron hoy los medios locales.

Aunque Scotland Yard no ha querido hacer comentarios al respecto, Sky News indicó hoy que los británicos tienen luz verde para excavar en varios sitios de Playa de la Luz, la localidad donde se alojaba la familia McCann cuando la menor desapareció la noche del 3 de mayo de 2007 mientras dormía con sus hermanos gemelos en la habitación de un complejo turístico.

Estas excavaciones forman parte de varias peticiones que los detectives británicos han solicitado a sus colegas portugueses como parte de la investigación que realiza Scotland Yard.

De acuerdo con los medios, estas labores estarán a cargo de expertos forenses, lo que no quiere decir que estén relacionadas con un posible hallazgo del cuerpo de la niña.

El portavoz de la familia McCann, Clarence Mitchell, dijo hoy que no comentan sobre «detalles operativos» de la Operación Naranja, como ha sido denominada la pesquisa sobre el caso Madeleine.

«Kate y Gerry (McCann, padres de la pequeña) están siendo informados», se limitó a decir hoy Mitchell.

Con motivo del séptimo aniversario de la desaparición de la pequeña, los padres agradecieron el fin de semana en unas declaraciones a la prensa los esfuerzos de la Policía, cuya investigación -añadieron- es «muy activa».

El año pasado, el programa Crimewatch de la BBC, que ayuda a resolver delitos, dedicó una edición al caso Madeleine y aportó fotografías electrónicas de un posible sospechoso, visto por el lugar la noche que desapareció la menor.

Madeleine desapareció cuando dormía con sus hermanos y mientras sus padres cenaban en un restaurante del complejo turístico.

Las autoridades portuguesas abandonaron el caso en 2008, pero la decisión de Scotland Yard de iniciar su propia pesquisa oficial, al margen de la Policía portuguesa, se produjo después de que el primer ministro británico, David Cameron, aceptase en 2012 una petición de los McCann para revisar el caso.