Unos hombres egipcios no identificados, acusados de agresiones a nueve mujeres durante la celebración de la investidura del nuevo presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, fotografiados en una celda durante el juicio que se celebra contra ellos en El Cairo, Egipto. | HOSSAM FADL

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Un tribunal egipcio dictó este miércoles una sentencia inédita al castigar a nueve hombres que habían agredido sexualmente a varias mujeres en la plaza cairota de Tahrir con penas que van de los veinte años de prisión a la cadena perpetua.

El fallo del juicio, que comenzó el pasado 25 de junio y apenas ha durado seis sesiones, afirma que los condenados «aprovecharon las celebraciones» que vivió el pueblo egipcio para violar, acosar, retener y robar a las mujeres, entre otros cargos.

Concretamente, las atacaron en tres casos registrados el pasado 8 de junio, cuando los ciudadanos salieron a las calles a festejar el triunfo del exjefe del Ejército Abdelfatah al Sisi en las elecciones presidenciales, y en otro suceso el 25 de enero, coincidiendo con el tercer aniversario de la revolución que derrocó a Hosni Mubarak.

El Tribunal Penal de El Cairo condenó a dos hombres a veinte años de cárcel y a otros siete a cadena perpetua, de los cuales cuatro recibieron sentencias múltiples por participar en distintos ataques.

Además, los condenados deberán pasar cinco años en libertad bajo vigilancia tras cumplir la pena y pagar una multa de 10.000 libras egipcias (unos 1.400 dólares) y una indemnización de 40.000 libras (unos 5.600 dólares) a una de las afectadas.

Para otros tres procesados por un quinto caso de violencia sexual, la corte tiene previsto emitir el fallo próximamente.

Mientras, otro de los acusados, un menor de dieciséis años, será trasladado a una corte especial para que lo juzgue, informó a Efe el abogado de las víctimas Mustafa Mahmud.

Mahmud consideró que las condenas de hoy «son importantes porque ayudarán a eliminar el acoso a las mujeres, un fenómeno inaceptable que ha ido creciendo en los últimos tres años».

La sentencia, que fue recibida con felicidad por las víctimas y con desolación por los condenados, ha sido el resultado de un «juicio justo porque se trata de un crimen brutal contra la mujer egipcia», afirmó otro letrado de la acusación, Nasha Aga.

Ya antes el acoso sexual se había condenado en Egipto con uno o dos años de cárcel, pero esta es la primera sentencia firme de esa magnitud, justo al mes siguiente de que las autoridades endurecieran el castigo a los agresores y Al Sisi pusiera la lucha contra esa lacra en su lista de prioridades.

Precisamente hoy, un tribunal dictó pena de muerte de manera provisional a un joven de 19 años por violar y asesinar a una niña de cinco años en la provincia meridional de Minia, aunque esta sentencia deberá ser confirmada.

El fallo contra los agresores de Tahrir va a ser recurrido por la defensa, explicó uno de sus letrados, Mahmud Sami, que aseguró que «las pruebas son débiles y los cargos exagerados», y puso en duda que las víctimas pudieran reconocer a los culpables en medio del tumulto.

Según las investigaciones, las fuerzas de seguridad demostraron que los condenados son «criminales» que estaban en la plaza y participaron en los ataques de forma coordinada en su mayoría.

Esos sucesos despertaron gran polémica en el país debido a la difusión en internet de un vídeo en el que se observaba a una mujer desnuda y golpeada por una turba de hombres en Tahrir.

La víctima recibió después en el hospital la visita de Al Sisi.

«La gente no se imaginaba cómo podían llegar a ser los ataques sexuales hasta que vio ese vídeo y esa presión popular ha llevado a las autoridades a actuar de esta forma», apuntó Mahmud, miembro de la organización Nazra para Estudios Feministas.

Algunos estudios sostienen que el 90 por ciento de las egipcias ha reconocido que ha sido acosada en público en Egipto, sobre todo durante las festividades y celebraciones, y ante la pasividad de parte de la sociedad.

Frente a esa lacra, en los últimos años han aumentado los movimientos sociales que intentan sensibilizar a la opinión pública en su defensa de la dignidad de las mujeres.