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La comunidad del centro islámico de Victoria, en el estado de Texas, se recupera tras ver arder su mezquita y las instalaciones aledañas a raíz de un virulento incendio, declarado poco después de que el presidente Donald Trump firmará su polémica orden que restringe la entrada al país de nacionales de siete países de mayoría musulmana.

Por ahora no existen datos que vinculen el fuego con un ataque xenófobo, y la investigación sigue en curso por parte de agentes locales, del estado, y del FBI, que esperan poder responder a los interrogantes planteados en los próximos días.

El suceso ha desembocado en los últimos días en una gran reacción solidaria. Miles de mensajes y oraciones llenaron las redes sociales, y llegaron donaciones de todo el mundo con la finalidad de reconstruir el complejo religioso cuanto antes. Hasta el momento, en apenas dos días, se han sobrepasado los 700.000 dólares recabados de más de 15.000 donantes.

Mientras, la comunidad islámica afirma sentirse emocionada por esta respuesta «llena de amor y esperanza», y llaman a sus fieles y seguidores a «no politizar la tragedia», a la vez que agradecen la tarea de los bomberos «y su dedicación durante horas tratando de extinguir el fuego».

«¡Nuestra fe en la humanidad ha sido reavivada de nuevo! El apoyo de nuestros maravillosos vecinos ha calentado nuestro corazón. Además, la gente se dirigió desde Houston, San Antonio, Corpus Christi y Fort Worth para unirse a nuestra reunión con lágrimas en los ojos y alegres por los miles de mensajes, oraciones y donaciones de todo el mundo», escribían con emoción en las redes sociales.

Por el momento, hasta que la reconstrucción no empiece, siguen con relativa normalidad sus rezos «por la paz y la seguridad de todos» encima del césped cercano a su comunidad.