El último gran accidente aéreo en suelo iraní tuvo lugar en agosto de 2014, y costó la vida a 40 personas.

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Las 66 personas que viajaban en el vuelo de la aerolínea iraní Aseman siniestrado este domingo en el centro del país han muerto en el accidente, según confirmó la compañía.

El departamento de Relaciones Públicas de Aseman informó de que los fallecidos son 60 pasajeros, entre ellos un niño, dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad.

El avión comercial se accidentó en la región de Samirom, en la provincia central de Isfahán, informaron los servicios de emergencia del país. Su portavoz, Moytaba Jaledí, explicó a la agencia ISNA que el aparato desapareció del radar unos 20 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Teherán con destino a la ciudad de Yasuy (sudoeste).

A la zona del siniestro, las autoridades han enviado helicópteros debido a que al tratarse de una región montañosa es difícil el acceso para las asistencias, agregó Jaledí. La región montañosa de Samirom está situada en el sur de la provincia de Isfahán.

Todo apunta a que el accidente estuvo causado por la climatología, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región.

El aparato es un ATR de veinte años de la aerolínea iraní Aseman. Irán cuenta con una flota aérea obsoleta debido a años de sanciones internacionales y en la última década se han producido varios accidentes graves.

El último tuvo lugar en agosto de 2014 en Teherán, en el que fallecieron 40 personas. Tres años antes, otro avión comercial se estrelló durante una tormenta de nieve en el norte de Irán, lo que provocó la muerte de 77 personas.