Gran atasco en la autopista de Inca y la vía de cintura a causa de un accidente múltiple.

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El Gobierno alemán ha llegado este martes a un acuerdo para sacar adelante un plan de reducción de la contaminación de los vehículos diésel sin tener que restringir el tráfico en las grandes ciudades.

El acuerdo, que se ha alcanzado después de largas jornadas de negociación, finalmente consistirá, a falta de más detalles, en dos opciones: el intercambio bonificado de los coches diésel con un estándar inferior al Euro 6 o una actualización para reducir sus emisiones.

Los fabricantes de automóviles, que desde el principio se han mostrado más convencidos con la idea de favorecer la renovación de coches diésel antiguos con incentivos, han criticado la opción de la actualización, que consideran costosa.

La posición de Volkswagen ha sido la de aceptar la idea de realizar actualizaciones de los componentes del coche si sus clientes las solicitan, aunque ha apuntado que sería necesario discutir detalles, mientras que BMW y Opel se oponen a ofrecerlas.

Daimler, por su parte está abierto a valorar la idea, pero ha admitido que se centrará en las bonificaciones por cambiar de coche, que serán de hasta 5.000 euros, según ha confirmado el ministro de Transportes germano, Andreas Scheuer, este martes.

Asimismo, Renault, el único fabricante no alemán que se ha manifestado sobre el tema, ha anunciado este martes que ofrecerá a los propietarios de antiguos coches diesel en el país un incentivo de 10.000 euros para que los cambien por nuevos modelos.

La posición común de los fabricantes es que solo una minoría de los clientes se decantarán por las actualizaciones por encima de un intercambio bonificado.

Hay cerca de nueve millones de coches diésel circulando sin el último estándar de contaminación Euro 6 (3,1 millones con el Euro 4 y 5,7 millones el Euro 5) del total de 46,5 millones de vehículos en Alemania, según datos de la autoridad de transportes alemana KBA.