Imagen de archivo de maniobras militares en Irak. | STRNGER

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Los Guardianes de la Revolución iraní informaron de que el ataque con misiles de su fuerza aérea contra la base militar Ain al Asad, situada en el oeste de Irak y donde están desplegadas tropas estadounidenses, es un primer paso de la «dura venganza» por el asesinato de su comandante, Qasem Soleimani.

«Al Gran Satán, el régimen cruel y arrogante de EEUU, advertimos de que cualquier otra maldad o violación u otras medidas se enfrentará a una respuesta más dolorosa y aplastante», aseguró el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución en un comunicado colgado en su pagina web.

Por su parte, el Pentágono confirmó que más de una decena de misiles balísticos impactaron en las últimas horas en dos bases aéreas que albergan tropas estadounidenses en Irak, y aseguró que está claro que los cohetes «se lanzaron desde Irán».

Un portavoz del Pentágono, Jonathan Hoffman, afirmó en un comunicado que todavía no está claro si ha habido víctimas, y precisó que el ataque, una posible represalia de Irán por el asesinato por parte de EEUU del general Qasem Soleimaní, se produjo contra las bases de Al Asad y Erbil.

Estados Unidos está a la espera de la declaración del presidente, Donald Trump, después de asegurar que «todo está bien». «Tenemos el Ejército más poderoso y bien equipado en cualquier parte del mundo, con diferencia», escribió Trump en su cuenta de Twitter.