Este sábado ha llegado una importante cantidad de material sanitario a Italia.

TW
0

Italia ha bajado de las 700 víctimas mortales diarias por coronavirus por vez primera en una semana, con un total estimado de 681 nuevos fallecimientos, pero el número de fallecidos ha rebasado el umbral de los 15.000 y el de contagios roza los 125.000, según ha informado el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli.

Los 681 fallecidos de las últimas horas no solo suponen una cifra sustancialmente más baja que los 766 muertos registrados el viernes en este apartado, sino que es el menor número registrado desde el pasado 26 de marzo.

Concretamente, Italia ha confirmado un total de 15.362 fallecidos y 124.632 contagios totales desde la declaración de la epidemia, que abarcan fallecidos y altas. El número actual de casos en activo es de 82.274, 2.886 más que el viernes.

No obstante, el número de altas sigue arrojando cifras positivas: otros 1.237 pacientes han dejado el hospital, por lo que son ya 20.996 las personas que han superado la enfermedad COVID-19. «Me parece realmente importante», ha declarado Borrelli, «porque permite respirar a nuestros hospitales».

Borrelli también ha confirmado que 29.010 pacientes están hospitalizados, de ellos 3.994 en cuidados intensivos -- 74 menos que el viernes -- y que 55.270 están en aislamiento domiciliario.

Lombardía continúa siendo la región más afectada. Allí, los casos se acercan ya a los 50.000 (1.598 más en las últimas horas), y los fallecidos se cuentan por 8.656 (345 muertos más desde el viernes), seguido de Emilia Romaña (1.977 muertos, 16.540 casos), Piamonte (1.128, muertos, 11.709 contagios) y Véneto (607 fallecidos, 10.824 contagios).

Este pasado viernes, el primer ministro del país, Giuseppe Conte, pidió a la Comisión Europea una mayor solidaridad en la lucha contra la enfermedad. «No queda más tiempo que perder», hizo saber en una carta recogida por 'La Repubblica'. «Hace falta más ambición, más unidad y más valor», añadió.

Noticias relacionadas

Conte ha tenido que lamentar este sábado la muerte por coronavirus de un escolta, el comisario adjunto Giorgio Guastamacchia, de 52 años, en el Hospital Policlínico Tor Vergata de Roma.

Guastamacchia, que falleció por complicaciones por neumonía debido al virus y deja a dos hijos y esposa, comenzó a sufrir los síntomas a mediados de marzo y en las dos semanas anteriores a su hospitalización no tuvo contacto directo con Conte, informa la prensa italiana.

Fabricación de mascarillas en cárceles

Este sábado también se ha sabido que los presos de tres cárceles de Roma, Milán y Salerno comenzarán a mediados de este mes a fabricar mascarillas quirúrgicas para cubrir el déficit de este elemento de protección imprescindible para los sanitarios.

Los presos trabajarán en ocho máquinas capacitadas para fabricar hasta 400.000 mascarillas diarias. Las primeras remesas serán distribuidas entre la población carcelaria y los guardias de seguridad, especialmente vulnerables al contagio. Una vez terminada esa fase, el «considerable excedente de mascarillas resultante de las operaciones» será distribuido entre los hospitales italianos.

A principios del mes pasado, al inicio de los momentos más duros de la crisis, las cárceles italianas se convirtieron en el escenario de fugas y motines ante la incapacidad de las autoridades para garantizar la seguridad ni de los presos ni de los guardias.

El ministro de Justicia, Alfonso Bonafede, confirmó que un total de 6.000 presos participaron en motines o agresiones de algún tipo, una docena de reclusos murieron de sobredosis y 12 protagonizaron intentos de fuga. Un total de 40 guardias de prisión resultaron heridos.