La canciller alemana, Angela Merkel, durante la reunión que ha mantenido con representantes de las distintas regiones sobre la expansión del coronavirus.

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Alemania impondrá una cuarentena a los viajeros de zonas de riesgo -entre las que se incluye a España- hasta que presenten un test negativo por coronavirus realizado, como pronto, a los cinco días de su ingreso en el país, acordaron la canciller, Angela Merkel, y los líderes regionales.

«Hay que renunciar, en la medida de lo posible, a los viajes a regiones de riesgo», afirmó la líder alemana, quien insistió en que la cuestión había sido «intensamente debatida» en su reunión con los jefes de gobierno de los 16 «Länder» -estados federados- del país.

El acuerdo con los poderes regionales contempla, asimismo, que quien no cumple con el requisito de la cuarentena deberá afrontar multas y que no habrá compensación por los días de carencia laboral que se generen, en caso de un viaje no justificado.

Esta norma, que se implantará en octubre, sustituirá a la actual regulación, según la cual se ofrecía a todo viajero un test gratuito en el aeropuerto de llegada, estación de ferrocarril o centros sanitarios, que de resultar negativo eximía de la cuarentena.

Esta modalidad se implantó a principios de agosto y su objetivo era evitar contagios «importados» por personas que regresaban de una estancia en el extranjero, fuera desde países considerados zona de riego por su alto índice de contagios o desde cualquier otro destino vacacional.

El Gobierno alemán mantiene la recomendación general en contra de los viajes no esenciales o turísticos sobre un total de 160 países, en su mayoría extracomunitarios.
Dentro de la Unión Europea (UE) están en esa categoría España -con la excepción de las islas Canarias-, y distintas zonas de Bélgica, Bulgaria, Francia, Croacia, y Rumanía. El principado de Andorra quedó incluido este miércoles en la lista.

1.500 contagios diarios
Merkel mantuvo este jueves una nueva reunión con los líderes de los «Länder» destinada a consensuar medidas para contener la pandemia, tras el repunte continuado observado desde hace unas semanas.

Alemania, país de mayor peso demográfico de la Unión Europea (UE) con 83 millones de habitantes, se mantiene en una franja de 1.500 nuevos contagios diarios. El cómputo de nuevas infecciones se situó este jueves en los 1.507, según las cifras difundidas por el Robert Koch Institut (RKI), competente en la materia en Alemania.

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Es un nivel algo por debajo de los 1.576 del día anterior, después de que el sábado pasado se superaran los 2.034, la cifra más alta desde finales de abril. Entre finales de marzo y principios de abril, las cifras de nuevos contagios se situaban en los 6.000 diarios.

El cómputo total de infecciones desde que se registró la primera, en enero, se sitúa así en las 237.936, de los cuales 211.900 son pacientes recuperados, mientras que la cifra de víctimas mortales está en 9.285.

Desde hace unas semanas se observa una tendencia continuada al alza, después de que a finales de junio la cifra de nuevos contagios estuviera en los 350 diarios. De esa situación se escaló a los 800 a 950 en julio, para superar los 1.000 con la entrada en agosto.

Regreso vacacional
El regreso a la actividad escolar tiene lugar en Alemania de forma escalonada, de acuerdo a la práctica de su sistema federalista. Entre julio y principios de agosto volvieron a la escuela los alumnos de diez estados federados, mientras que los últimos que lo harán, en septiembre, serán los de Baviera, el segundo «Land» más afectado por la pandemia, tras Renania del Norte-Westfalia.

Según estimaciones del RKI, la vuelta al colegio no ha sido el principal factor para el incremento de los nuevos contagios. Estos se han derivado principalmente de encuentros familiares, actos religiosos, fiestas o durante las vacaciones en el extranjero, a los que corresponde un 39 % de los nuevos contagios.

Medidas consensuadas
Merkel ha mantenido durante toda la pandemia reuniones regulares con los líderes regionales destinadas a adoptar líneas comunes, pese a las variaciones regionales que puedan derivarse de su implementación, que queda bajo la competencia de los «Länder».

Entre otras medidas, la canciller y los poderes regionales acordaron también prolongar hasta finales de año la prohibición de grandes eventos públicos -que debía levantarse a finales de octubre-.

Asimismo, se decidió imponer multas de al menos 50 euros a quien rehúse el uso de la mascarilla -obligatoria en Alemania en transporte público y comercios, pero no en la vía pública-. No hubo acuerdo, en cambio, en el propósito de limitar las reuniones familiares a un máximo de 25 personas, como proponía la Cancillería, por falta de consenso entre los «Länder».