En su primera rueda de prensa desde que se convirtió el sábado en presidente electo, Biden restó importancia al impacto que puede tener el bloqueo de Trump en el proceso de transición, mientras su equipo se planteaba tomar medidas legales para atajarlo. «Simplemente creo que es vergonzoso, para ser muy franco. No ayudará al legado del presidente (Trump)», dijo Biden sobre la obstrucción del mandatario saliente.
Su rueda de prensa se produjo exactamente cuatro años después de que el expresidente Barack Obama recibiera en la Casa Blanca a Trump y se comprometiera con un proceso de transición «fluido», una tradición en la política estadounidense que ha roto el actual mandatario saliente. El desafío de Trump va, sin embargo, más allá del simbolismo de no recibir a su sucesor en el Despacho Oval: como él no reconoce los resultados de las elecciones, su Gobierno no está cooperando con el equipo de Biden para garantizar que todo esté listo para la toma de posesión de éste el 20 de enero.
Por otro lado, la campaña del actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, presentó una nueva demanda en el estado de Míchigan en un intento de evitar la certificación de los resultados en el territorio, que dan al candidato demócrata, Joe Biden, la victoria por más de 146.000 votos.
La demanda pide a un juez federal que evite al Estado certificar «votos fraudulentos», aquellos que fueron recibidos tras el día de las elecciones, el pasado 3 de noviembre, así como los que fueron procesados «cuando no estaban presentes los observadores».
Georgia
Además, el Estado de Georgia anunció este miércoles que hará un recuento a mano de todos los votos emitidos en las elecciones presidenciales de la semana pasada, debido a la estrecha ventaja que sacaba el presidente electo, Joe Biden, al mandatario Donald Trump.
En una rueda de prensa, el secretario de Estado de ese Estado sureño, Brad Raffensperger, reveló esa decisión y dijo que esperaba que el proceso hubiera terminado para el próximo 20 de noviembre.
Dimite la cúpula civil del Pentágono tras el despido fulminante de Mark Esper
La cúpula civil del Pentágono dimitió ayer después de que el lunes el presidente de EEUU, Donald Trump, echara de manera fulminante al secretario de Defensa, Mark Esper, quien este verano se opuso a enviar unidades militares para sofocar los disturbios raciales. Según un comunicado del Pentágono, los altos cargos que presentaron su renuncia son el subsecretario en funciones de Defensa para Política, James Anderson; el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, Joseph Kernan; y la jefa de Gabinete de la Secretaría de Defensa, Jen Stewart. La nota explica que Anderson presentó su carta de renuncia ayer a Trump y que su marcha se hizo efectiva ayer mismo, con lo que asumió sus responsabilidades como subsecretario de Defensa.
2 comentarios
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Joseppe Steward, si passàs açò que vaticines, tindries algun problema?
si llega a presidente Biden, va durar poco, lo van a quitar los mismos Demócratas porque ya esta un poco mayor Entonces tendremos a Kamala Harris de Presidenta y Hillary Clinton de Vicepresidenta. Dos mujeres en Estados Unidos en la Cúpula.