Miembros de la comunidad afgana sostienen una pancarta durante una protesta frente a la Puerta de Brandenburgo en apoyo a Afganistán y contra los talibanes.

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La ciudad de Kabul entró este martes en una resignada calma, con un lento regreso a las actividades cotidianas, y la aparente serenidad de sus ciudadanos bajo el control de los talibanes, después de la contundente y rápida victoria insurgente.

El tráfico de la capital volvió hoy a las calles con ciudadanos que intentan mantener sus rutinas, después de que el presidente afgano, Ashraf Ghani, huyera el domingo dejando a la nación en manos de la insurgencia, mientras los aliados internacionales aceleran su salida del país.

Esta mañana en varias calles de la capital, en el segundo día de control insurgente tras la toma de la capital el domingo, agentes de tráfico volvieron a ser vistos cumpliendo sus funciones, y el personal de hospitales y centros de atención reasumieron sus labores de servicio.

Ante el temor de que los empleados del derrocado Gobierno de Ghani fueran vistos como traidores a los ojos de los talibanes, los líderes políticos de la insurgencia han asegurado que todos pueden volver a su vida normal y que «han sido perdonados».

«La situación en Kabul está bajo control. Se han arrestado a algunas personas que han estado involucradas en fechorías», dijo en un mensaje el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid.

En un mensaje dirigido a los combatientes talibanes, el comandante talibán Sayyid Mawlawi Muhammad Yaqoub, dijo que no se permite entrar a la casa de nadie o confiscar bienes del gobierno.

«La recepción de los artículos será asunto de las autoridades competentes», indicó al tiempo que medios locales y periodistas reportaban de requisas y registros a transeúntes y viviendas.

Vídeos difundidos por los talibanes muestran reuniones entre «uno de los eruditos más destacados» del movimiento, dirigiéndose al personal médico del hospital, incluidas mujeres, «para llevar a todos a sus puestos de trabajo y hacer su trabajo con normalidad», según los insurgentes.

Asimismo, aseguraron que han garantizado la seguridad de misiones diplomáticas y humanitarias en el país, con una protección superior a la ofrecida por el Gobierno al que derrocaron en los últimos días.

En un gesto revelador, el principal canal de noticias afgano Tolo abrió la emisión meridiana con una presentadora entrevistando a un miembro talibán, reivindicando el rol de la mujeres y los importantes logros de derechos alcanzados en las últimas dos décadas, algo impensable durante el pasado régimen talibán entre 1996 y 2001, cuando las mujeres fueron recluidas en sus viviendas.

En el programa, la presentadora afgana Beheshta Arghand entrevista a Mawlawi Abdulhaq Hemad, del equipo de medios de comunicación de los talibanes, sobre la situación de Kabul y los registros de casas en la ciudad.

Otros mujeres periodistas también se mostraron en las redes sociales reporteando desde las calles.

Los talibanes, que controlan la seguridad del país y tienen bajo su dominio casi todo el territorio, no han formado oficialmente gobierno o designado a los líderes que lo dirigirán.
El expresidente afgano Hamid Karzai y el presidente del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, Abdullah Abdullah, dijeron en un mensaje conjunto que están en conversaciones con los líderes talibanes para lograr la paz y la seguridad en todo el país.

Karzai y Abdullah, junto al líder del partido Hizb-e-Islami y ex señor de la guerra, Gulbuddin Hekmatyar, forman parte de un consejo interino conformado para ayudar a la transición del poder, después de que Ghani abandonara el país y el Gobierno en secreto.