El subsecretario del Tesoro ha dado a entender que Putin perderá más de lo que ganará con la invasión de Ucrania. | Michal Jarmoluk

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El presidente ruso Vladímir Putin puede hacer mucho más daño en Ucrania y Estados Unidos está dispuesto a responder con otro argumento distinto al de la escalada bélica, por ejemplo reteniendo y dificultando la llegada de tecnología y recursos, según ha remarcado este miércoles el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo. Tales medidas no fueron anunciadas el martes como parte de una ronda de sanciones dadas a conocer por el presidente Joe Biden para castigar a Putin por reconocer las repúblicas populares del Donbás, regiones de Ucrania autodeclaradas independientes y reconocidas por Moscú, quien ha desplegado tropas en las regiones para proteger sus intereses y «mantener la paz».

Sin embargo distintos actores de la geopolítica habían puesto encima de la mesa ya estas fórmulas para disuadir al régimen ruso de una escalada en la frontera con Ucrania. «El presidente Putin tiene claramente la capacidad de hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora», dijo Adeyemo en una entrevista con la CNBC.

En respuesta a los movimientos bélicos, el gobierno de Biden podría privar a Rusia de una vasta franja de productos de baja y alta tecnología fabricados en Estados Unidos y en el extranjero, en países de su entorno, que abarcan desde electrónica comercial y ordenadores hasta semiconductores y piezas de aviones. La agencia Reuters cita como fuente de estos comentarios a personas familiarizadas con el asunto.

«La clave que el presidente Putin tiene que considerar es si quiere asegurarse que la economía de Rusia sea capaz de crecer, que tenga los recursos que necesita para poder proyectar el poder en el futuro. Si decide invadir, lo que le estamos diciendo muy directamente es que vamos a cortar eso».

«Le vamos a cortar la tecnología occidental que es fundamental para el avance de su ejército, le vamos a cortar los recursos financieros occidentales que serán fundamentales para alimentar su economía y también para enriquecerse», agregó Adeyemo, sin hacer ninguna mención sobre las fuentes alternativas en las que Moscú hace tiempo que trabaja, y habida cuenta del extraordinario momento por el que transitan las relaciones con Pekín.