Australia se ve afectada por inundaciones. | Reuters - STRINGER

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Las autoridades australianas afrontan un inusual brote de encefalitis japonesa, que ya ha causado dos muertes y que, según expertos, podría están vinculada a las inundaciones que azotan el este del país. Desde que se detectó el brote el mes pasado las autoridades australianas han reportado más de una docena de casos de encefalitis japonesa, una enfermedad que se transmite a las personas solamente por picaduras de mosquito y cuyos casos son muy raros en el sur de la nación oceánica. Las autoridades sanitarias de la región de Nueva Gales del Sur, la más poblada de Australia y que ha sido devastada por inundaciones en las últimas semanas, confirmaron en un comunicado la muerte de un hombre de 70 años a mediados del mes pasado en la localidad de Griffith, a unos 70 kilómetros al sur de Sídney.

La víspera, las autoridades de la región de Victoria reportaron la muerte de un hombre de 60 años a finales de mes en una zona colindante con Nueva Gales del Sur por esta misma enfermedad, que es endémica en partes de Asia y en el Estrecho de Torres, en el extremo nordeste de Australia. La directora ejecutiva de la Sociedad de Encefalitis, la científica Ava Easton, advirtió que las enfermedades como la encefalitis japonesa son «una creciente amenaza global debido al cambio climático y la industrialización».

«Las inundaciones en Australia han provocado más agua, (la llegada de) más aves migratorias y eso significa una mayor capacidad para que los mosquitos se alimenten de lo que llamamos huéspedes del virus, como los cerdos y las aves acuáticas», recalcó Easton en declaraciones este miércoles al canal 7 de la televisión local. Por su parte, el ministro australiano de Agricultura, David Littleproud, dijo hoy a la cadena de la televisión pública ABC que se ha confirmado la presencia de la encefalitis japonesa en una veintena de granjas de cerdos en todo el país.

Los síntomas de esta enfermedad, que no se transmite por el consumo de carne, son fiebre y cefalea, pero en los casos más severos los pacientes sufren de fiebre elevada, rigidez de nuca, desorientación y pueden terminar en coma.