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El otro día me estuve preguntando algo que nadie parece preguntarse, pero que es de suma importancia. ¿Qué está pasando con los soldados capturados tanto por el ejército ruso como por parte de las tropas ucranianas? Aquí todo el mundo se preocupa por las víctimas civiles, mujeres y niños, que bien se encarga de magnificar la propaganda de guerra, pues es importante para Ucrania mostrarnos imágenes cruentas de niños asesinados, víctimas que sucumben en los corredores humanitarios que, a momentos se respeta su espacio, y a momentos están siendo bombardeados, o ese bombardeo de un hospital infantil del que, por cierto, no hemos visto ni una sola gota de sangre en sus pasillos y paredes destruidas, algo que, de haber sido masacrado dicho hospital infantil con niños dentro, habría habido sangre derramada por todo.

Mi pregunta de qué sucede con los soldados presos tiene una finalidad, pues hemos visto a soldados rusos llorando y temblando de miedo diciendo que habían sido engañados por sus mandos y creían haber ido a realizar ejercicios militares, no a invadir Ucrania. ¿Qué van a decir estos desgraciados? ¿Qué vinieron voluntariamente? Las torturas y el miedo a ser ejecutados obra milagros y confesiones falsas con tal de salvar la vida.

Tras la II Guerra Mundial, el mundo se estremeció al saber de la existencia de campos de exterminio nazis. Se dijo que eso sucedió de forma planeada y que todo formaba parte de un Holocausto bien definido y programado. Por supuesto, los alemanes negaron conocer tales crímenes contra la humanidad y muchos alemanes fueron llevados a Treblinka, Dachau, Austwich, para que vieran con sus propios ojos lo que los nazis hicieron. Vieron los hornos crematorios, sus cadáveres amontonados y pudieron oler ese olor nauseabundo y dulzón de la carne en putrefacción.

¿Está sucediendo lo mismo con los combatientes capturados por el ejército rojo o por el ucraniano? De que han habido fusilamientos por ambas partes no me cabe la menor duda, pero nadie nos cuenta nada, si están en campos de prisioneros, de si son o no visitados por la Cruz Roja, de si se protegen sus más mínimos derechos humanos reflejados en la Convención de Ginebra, etc.

La obligación de los periodistas no es tomar partido por los participantes en este conflicto, sino de hacer las preguntas adecuadas para encontrar las respuestas necesarias. No quiero tener que contar un holocausto silenciado como así sucedió en la Alemania nazi pues haciendo esta simple pregunta, mis compañeros se verán en la obligación de investigar hasta encontrar la verdad. Porque la verdad no es propaganda de guerra, la verdad no se disfraza, la verdad es incuestionable.

Al no poder estar presente en Ucrania cubriendo esta guerra por motivos de salud, no puedo comprobar sobre el terreno afirmaciones tanto por parte de Ucrania como de Rusia. Por ello indago en las fuentes libres de cualquier prejuicio, y por eso, entre otros, hablé con el escritor, ex agente del KGB y experto en geopolítica y en los métodos militares rusos, si he de temerme la existencia, hoy en día, de un nuevo Holocausto. Y Daniel Estulin me respondió: «José, mira, ahora creo hay cerca de dos mil prisioneros ucranianos. Algunos están ahora en Crimea y otros en las Repúblicas del Donbass y algunos en Rusia. Ucrania tiene unos 96 presos rusos y, bueno, van cambiando. Hace dos semanas intercambiaron 13 soldados rusos por 47 soldados ucranianos. Y la semana anterior cambiaron 6 prisioneros ucranianos por un Mayor ruso. Las fuerzas armadas ucranianas, en gran parte, bajan las armas con un acuerdo de que no van a seguir luchando más y les mandan a casa directamente. ¿Me entiendes? Imagina los norteamericanos en 2003, que borraron de la faz de la tierra Faluya, imagina la diferencia. Rusia podría borrar a Ucrania en un día, pero van con muchísimo cuidado. El tema de los prisioneros, 10.000 soldados ucranianos firmaron el acuerdo y dejaron las armas, y unos han vuelto a casa y otros se han quedado en Rusia por razones obvias. Pero dudo mucho habrá un Holocausto porque al final de la guerra los mandarán a casa. Por supuesto a algunos ucranianos los van a matar, aunque ahora no lo harán para poder intercambiar rusos por ucranianos... pero si todo acaba perdido, los matarán con seguridad».

De momento pues, podemos estar tranquilos al respecto de un posible Holocausto en Ucrania, aunque aún estamos lejos de evitar un Holocausto nuclear en el mundo. Un mundo que nunca más volverá a ser el mismo pues estamos a las puertas de un nuevo Orden Mundial y un mundo post nuclear. Como dijeron los sobrevivientes de los campos de exterminio: Nunca Más.