Vladimir Putin conversa en un encuentro on line con otros dirigentes rusos. | SPUTNIK

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La Unión Europea (UE) ha propuesto sancionar a dos hijas del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en una medida que añadiría presión sobre los familiares más cercanos del líder ruso en respuesta a la invasión de Ucrania, informa este miércoles el diario The Wall Street Journal. Se espera además que la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, anuncie igualmente sanciones esta semana contra las dos hijas de Putin, agrega el diario, que cita fuentes diplomáticas conocedoras de este procedimiento.

Según el rotativo estas medidas se incluyen en el nuevo paquete de sanciones que los estados miembros de la UE deben aún aprobar y que incluyen desde prohibiciones de viaje a congelaciones de activos de empresarios, políticos, funcionarios y sus familias rusas. Por su parte, Estados Unidos podría anunciar hoy mismo estas medidas, que incluyen a dos de los mayores bancos rusos así como a Maria Putina y Katerina Tikhonova, las dos hijas del líder fruto de su primer matrimonio con Lyudmila Shkrebneva.

El diario indica que Washington trata con estas sanciones de seguir atacando a los miembros del círculo íntimo del líder ruso, en respuesta a los informes de atrocidades que, según los funcionarios ucranianos, cometieron las tropas rusas en Ucrania y que Moscú niega. Putin no habla públicamente sobre su familia pero, según el Kremlin, tiene dos hijas con su primera esposa, Lyudmila Shkrebneva, que se han mantenido en gran medida fuera de la vida pública, hasta el punto de que muchos rusos no saben cómo son.

Según la revista Forbes, Maria Putina es copropietaria de Nomeko, una empresa que participa en la construcción de un centro oncológico a las afueras de San Petersburgo, y Katerina Tikhonova dirige un instituto de inteligencia artificial en la Universidad Estatal de Moscú. Se desconoce si el líder ruso tiene otros hijos y el diario señala que, en el caso de la Unión Europea, no ha podido confirmar si las hijas objeto de las sanciones son las que él ha reconocido públicamente. En 2013, la pareja dijo que su matrimonio había terminado. Al año siguiente, el Kremlin confirmó que el presidente ruso había culminado el proceso de divorcio de su esposa tras un matrimonio de casi 30 años.