Vista área de unos bloques residenciales en Mariúpol. | PAVEL KLIMOV

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El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, afirmó este jueves que las fuerzas armadas del país han tomado el control de la ciudad ucraniana de Mariúpol. «Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa y las milicias de la república popular de Donetsk han liberado Mariúpol, lo restos de las formaciones nacionalistas se refugiaron en la zona industrial de la planta Azovstal», dijo Shoigú en una reunión con con el presidente ruso, Vladímir Putin.

Las fuerzas rusas anunciaron que tomarán el jueves la planta siderúrgica de Mariúpol, el último bastión principal de la resistencia ucraniana en la ciudad asediada, después de que Kiev propuso conversaciones sobre la evacuación de las tropas y los civiles. Mariúpol sería la mayor ciudad tomada por Rusia desde que invadió Ucrania hace ocho semanas, en un ataque que ha durado más de lo que algunos analistas militares esperaban, ha hecho huir a más de cinco millones de personas al extranjero y ha convertido pueblos y ciudades en escombros.

«Antes de la hora de comer, o después de comer, Azovstal estará completamente bajo el control de las fuerzas de la Federación Rusa», dijo Ramzan Kadyrov, el jefe de la república rusa de Chechenia, cuyas fuerzas han estado luchando en Ucrania, al referirse a la planta siderúrgica.

El presidente Volodímir Zelenski ha dicho que se estima que unos 1.000 civiles también están allí refugiados. Ucrania está dispuesta a celebrar una «ronda especial de negociaciones» sin condiciones «para salvar a nuestros chicos, (el batallón de extrema derecha) Azov, los militares, los civiles, los niños y los heridos», tuiteó el negociador Mykhailo Podolyak. Los combatientes siguen atrincherados en la planta y han ignorado un ultimátum de Rusia para que se rindan.

David Arakhamia, un segundo negociador, dijo en un post en línea que él y Podolyak estaban en contacto constante con las fuerzas ucranianas en la ciudad. «Hoy, en una conversación con los defensores de la ciudad, se presentó una propuesta para mantener negociaciones directas, in situ, sobre la evacuación de nuestra guarnición militar», dijo. «Por nuestra parte, estamos dispuestos a llegar a tales negociaciones en cualquier momento, tan pronto como recibamos la confirmación de la parte rusa».

El miércoles salieron menos civiles de los esperados, según las autoridades. Ucrania dijo que hasta ahora había resistido un asalto de miles de tropas rusas que intentaban avanzar en lo que Kiev llama la Batalla del Dombás, una nueva campaña para tomar dos provincias del este que Moscú reclama en nombre de los separatistas. Las fuerzas rusas han llevado a cabo ataques contra decenas de instalaciones militares en el este de Ucrania y han derribado un helicóptero Mi-8 ucraniano cerca de la aldea de Koroviy Yar, dijo su Ministerio de Defensa.

El miércoles, Rusia realizó un primer lanzamiento de prueba de su misil balístico intercontinental Sarmat, una nueva y esperada adición a su arsenal nuclear. «Esta arma verdaderamente única (...) dará que pensar a quienes, en el calor de una retórica agresiva y frenética, tratan de amenazar a nuestro país», dijo el presidente Vladimir Putin. Rusia califica su incursión de «operación militar especial» para desmilitarizar y «desnazificar» Ucrania. Kiev y sus aliados occidentales lo rechazan como un falso pretexto.