Las lágrimas de una manifestante ucraniana como metáfora del sufrimiento de sus semejantes tras la invasión de Putin. | Reuters

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La crisis humanitaria que la guerra en Ucrania ha trasladado a sus gentes genera múltiples derivadas, algunas de ellas tan terribles o incluso más que las consecuencias más directas y evidentes del propio conflicto armado. Recientemente la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha alertado a los gobiernos y a la ciudadanía de todo el mundo ante los «grandes aumentos en las búsquedas en línea de 'porno ucraniano' y 'escorts ucranianas'» desde que el pasado 24 de febrero comenzó la invasión decretada por Vladímir Putin.

La considerada organización internacional de seguridad más grande del mundo, a través de su Oficina del Representante Especial y Coordinador para la Lucha contra la Trata de Seres Humanos (CTHB por sus siglas en inglés), alerta que «los riesgos de explotación están creciendo, particularmente online. Los gobiernos deben actuar», consideran, y por ello presentan una serie de constataciones que inspiran recomendaciones para cambiar esta cruenta realidad.

«Los riesgos de explotación de las personas que huyeron hacia el oeste son elevados. La mayoría son mujeres vulnerables y niños; ambos conforman los grupos mayoritarios de víctimas identificadas en la trata de seres humanos» asegura el ente. «Ya antes de esta crisis, el modelo de negocio de la trata se había trasladado en gran medida a internet, en particular para la captación y publicidad de víctimas de explotación sexual».

La consultora Thomson Reuters Special Services ha cuantificado cuánto han aumentado las búsquedas relativas a refugiadas ucranianas desde el inicio de la guerra, y el dato invita a reflexionar. Según sus indagaciones, las búsquedas globales «en múltiples idiomas y países» de contenido explícito a partir del término «porno ucraniano» se han incrementado un 600 % desde el inicio de la crisis humanitaria, y se han incrementado un 200 % las búsquedas internautas del término «escorts ucranianas».

Estos datos «confirman la creciente demanda de servicios sexuales» de mujeres de aquel país del Este de Europa, una demanda que este organismo internacional teme que «incentive de forma notable a los traficantes para reclutar y explotar a las ucranianas a gran escala». Por si fuera poco esta oficina de la OSCE refiere que, actualmente, muchas mujeres ucranianas se sirven de los medios sociales y las distintas plataformas para conseguir ayuda y apoyo en el actual contexto de guerra en Ucrania.

People take part in a rally demanding international leaders to organise a humanitarian corridor for evacuation of Ukrainian military and civilians from Mariupol, in central Kyiv
Manifestación en Kiev exigiendo un corredor humanitario para poner a salvo a los ucranianos de Mariúpol. Foto: Efe.

Ello también facilita la tarea de los traficantes de seres humanos, que de este modo descubren su localización y muchas veces las contactan con el pretexto de asistirlas. «Ya han surgido casos de intentos de reclutamiento en línea de ucranianas» e incluso en España se han producido detenciones de personas que buscaban obligar a las mujeres del país del Este a prostituirse a su llegada, huyendo de la guerra. En este sentido hace unas semanas la Policía Nacional indagó en varios locales de alterne de Palma.

En los primeros compases de la guerra, cuando reinaba el caos, los reclutamientos de mujeres para dedicarlas a la explotación sexual se producían a mismo pie de frontera. Sin embargo la tendencia general de la trata de seres humanos es digital. «Su modelo de negocio se ha desplazado en gran medida a internet, en particular para el reclutamiento y la publicidad de víctimas de explotación sexual», insisten desde la OSCE.

Sus consejos se fundamentan en mapear el panorama de las redes sociales con alto riesgo de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y monitorear la actividad de las mismas; una supervisión que se puede llevar a cabo con software específico que detecta indicadores y patrones de explotación sexual en línea.

«Se deben examinar las tendencias a mayor escala en el mercado, como el aumento de anuncios de personas ucranianas, de Europa del Este, eslavas o 'nuevas' que ofrecen sexo; aumento de contenido relacionado con mujeres ucranianas/de Europa del Este/eslavas en sitios web pornográficos; y aumento en las búsquedas en línea de pornografía o acompañantes ucranianas, y mujeres o niñas ucranianas para sexo, matrimonio, o citas».

Para la organización internacional es fundamental la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los «foros de compradores de sexo», una «herramienta» de eficacia sobradamente demostrada que ha servido en el pasado «para identificar tendencias en los mercados, así como situaciones de explotación potencial».

En otras ocasiones el reclamo puede venir de «atractivas ofertas de trabajo anunciadas en línea, particularmente a la luz de las dificultades financieras» que sufren las ucranianas obligadas a salir de su país prácticamente con lo puesto. Por ello la Oficina contra la Trata de Seres Humanos de la OSCE invita a legisladores y fuerzas de seguridad occidentales a buscar «indicadores y patrones en ofertas de trabajo dirigidas a ciudadanos ucranianos».

Establecer mecanismos de denuncia altamente visibles en plataformas en línea para permitir que el público, incluidas las víctimas, señalen y denuncien un eventual contenido ilegal, apostar por la sensibilización online enfocada a las refugiadas ucranianas sobre los peligros de la trata, inhabilitar los resultados de búsqueda o anuncios de búsqueda relacionados con términos potencialmente vinculados a la explotación de ucranianas y, en su lugar, publicar anuncios de sensibilización, o reforzar la colaboración entre la administración, las empresas digitales, el tercer sector y la policía y los juzgados son los otros ítems propuestos para reconducir la situación y así prevenir y combatir la explotación de seres humanos a través de los medios en línea.