El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su encuentro en Budapest. | Reuters

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El Gobierno de Hungría ha advertido de que sólo apoyará las sanciones de la UE propuestas contra el petróleo ruso si dejan fuera la importación mediante oleoductos, ya que considera insuficiente la extensión del periodo de transición planteado por la Comisión Europea para garantizar la seguridad energética. «Si Bruselas va en serio con lo de aplicar este embargo, sólo es posible si los envíos por oleoductos quedan excluidos», ha sentenciado este miércoles el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, en un mensaje en Facebook.

Budapest plantea, por tanto, que sólo se limiten los envíos por mar. El Ejecutivo de Viktor Orbán ha amenazado con bloquear el sexto paquete de sanciones contra Rusia, esbozado la semana pasada por la Comisión Europea. El plan inicial de Bruselas contemplaba un periodo de transición hasta finales de año para evitar un corte abrupto del suministro e incluía una exención de un año adicional para Hungría y Eslovaquia. Los países del Este de Europa más dependientes del petróleo ruso han reclamado una extensión de este plazo, pero las autoridades húngaras estiman que, en su caso, serían necesarios al menos cinco años para completar la construcción de nuevas instalaciones.

El lunes, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, viajó por sorpresa a Hungría y se reunió con Orbán, que también habló el martes con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. En las negociaciones de los últimos días, República Checa consiguió ser incluida en la exención prevista para Hungría y Eslovaquia, algo que también reclamó sin éxito por el momento Bulgaria.

Los embajadores de la UE se han reunido por última vez este mismo miércoles a primera hora para hacer balance de la situación pero no se han dado avances significativos hacia el acuerdo, según han indicado a fuentes europeas, en un momento en que algunas voces del sector energético plantean una eventual carestía de materias primas de cara al próximo invierno en el Viejo Continente.

Además, la reunión por videoconferencia que la propia Von der Leyen tenía previsto celebrar el martes con Macron, Orban y otros líderes del este pero fue aplazada sigue sin volver a la agenda de la jefa del Ejecutivo comunitario, indican desde su equipo, ya que el trabajo para «encontrar soluciones» continúa a «todos los niveles» y solo se planteará la comunicación de líderes cuando el asunto esté «maduro».