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Un palestino murió este pasado martes tras ser apuñalado por un colono en el marco de una pelea en la localidad cisjordana de Iskaka, situada en Salfit, según han denunciado las autoridades palestinas. «El joven Alí Hasán Harb murió después de ser apuñalado directamente en el corazón por un colono en el área de Iskaka de Salfit», ha manifestado el Ministerio de Sanidad palestino en un breve comunicado en su cuenta en la red social Facebook.

Fuentes locales citadas por la agencia palestina de noticias WAFA han señalado que los colonos instalaron tiendas de campaña en terrenos palestinos de la localidad y que cuando varios residentes fueron a expulsarlos de la zona, Harb fue apuñalado. La Policía de Israel ha confirmado el apuñalamiento y ha señalado que por el momento «la identidad del atacante no está clara», según ha recogido el diario The Times of Israel. La localidad cisjordana de Iskaka se encuentra cerca del asentamiento de Ariel, al sur de Nablús. «Las fuerzas policiales llegaron al lugar, de donde fue evacuado en estado grave un hombre palestino herido, aparentemente por arma blanca», ha manifestado la Policía israelí, sin que por el momento se hayan registrado detenciones.

Por su parte, la Presidencia de la Autoridad Palestina ha denunciado que «este atroz crimen confirma lo terrible de la ocupación, ya sean soldados o colonos, y sus crímenes contra el pueblo indefenso», antes de recordar incidentes como el asesinato de la familia Dauabshé o el del joven Mohamad abu Jdeir en Jerusalén. «Esto es una continuación de los crímenes diarios cometidos por la ocupación, de distintas formas, a través del intercambio de papeles entre el Ejército y los colonos. No puede ser tolerado», ha manifestado, unas críticas a las que se ha sumado el primer ministro palestino, Mohamad Shtayé. Así, Shtayé ha lamentado que «estos crímenes ocurren como resultado de la falta de un castigo disuasorio a los responsables, que siguen saltándose las decisiones y las condenas internacionales».

«Los terroristas, soldados y colonos, participan en el derramamiento de sangre de personas inocentes, incluidos ancianos, jóvenes, mujeres y niños, aprovechando el sentimiento de que tienen impunidad mientras la comunidad internacional continúe su silencio y se contente con comunicados de condena que no detienen el terrorismo ni disuaden a los criminales», ha zanjado. El enviado de la ONU para el proceso de paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha condenado igualmente «el apuñalamiento mortal de un hombre palestino, supuestamente a manos de un colono israelí» y ha reseñado que «los responsables de la violencia deben rendir cuentas y ser rápidamente llevados ante la justicia».