El líder ruso, en un reciente encuentro con periodistas. | Reuters

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Rusia está abierta al diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armas, pero considera peligrosa la actitud de Occidente de promover su exclusividad, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin. «Rusia está abierta al diálogo para garantizar la estabilidad estratégica, el mantenimiento del régimen de no proliferación de armas de destrucción masiva, la mejora de la situación en la esfera del control de armas», afirmó en sus palabras de bienvenida al X Foro Internacional Jurídico de San Petersburgo. Según Putin, «la agenda rusa en materia internacional siempre fue y continúa siendo constructiva». «Desarrollamos relaciones multipolares con todos los interesados, dedicamos gran atención a la cooperación con la ONU, el G20, los países BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái y otras organizaciones», dijo.

Putin aprovechó el evento, que coincide con la cumbre de la OTAN en Madrid, para arremeter contra Occidente y denunciar que «hay países que promueven su exclusividad, pero en sus políticas internas violan el derecho y pisotean conceptos como la libertad de expresión y la inviolabilidad de la propiedad». El mandatario ruso afirmó que algunos países intentan «suplantar el derecho por su dictado y las normas internacionales con sus jurisdicciones nacionales», en una «negativa deliberada a seguir los principios legales básicos: la justicia, el respeto, la igualdad de derechos y el humanismo».

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No se trata, indicó, de «simples fórmulas jurídicas», sino de valores que reflejan la pluralidad de la civilización actual. En ese contexto constato que «cada vez se escuchan valoraciones más radicales sobre la derogación del propio concepto de derecho internacional. Estoy radicalmente en desacuerdo con ese tipo de conclusiones». Según el presidente, algunos Estados no están dispuestos a conformarse con la pérdida de su papel dominante a nivel mundial y tratan de conservar el modelo unipolar injusto.

«Escondidos bajo la fachada de un supuesto orden, basado en reglas y otros conceptos dudosos, intentan controlar y orientar a su gusto los procesos globales, toman rumbo hacia la creación de bloques y coaliciones cerrados, que toman decisiones que solo convienen a un país, a Estados Unidos», resumió. Por su parte, el expresidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, aseguró a los participantes del foro que Moscú no pierde las esperanzas de que Occidente recapacite. «Esperamos que nuestros antiguos socios occidentales tengan el coraje de reconocer sus errores estratégicos que han afectado, según la ONU, a más de 1.500 millones de personas, que ha provocado un boom de la inflación global, déficit de alimentos y un incremento de la pobreza», señaló. Sin embargo, señalo, «si eso no sucede, nos la arreglaremos sin ellos». «Sobre todo porque ahora el mundo no se reduce a las fronteras de los países occidentales. Por el contrario, su mayor parte vive en base a sus propias reglas», argumentó.