El primer ministro italiano Mario Draghi abandona el Palacio Quirinal. | MASSIMO PERCOSSI

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Mario Draghi seguirá siendo el primer ministro de Italia al menos hasta el próximo miércoles, cuando acuda al Parlamento para verificar si cuenta con la mayoría suficiente, lo que «congela» unos días la crisis de Gobierno provocada por la falta de apoyo en el Senado de uno de los socios más importantes de su coalición, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Draghi, cuya dimisión fue rechazada este jueves por el jefe del Estado, Sergio Mattarella, comunicará entonces si está dispuesto a continuar al frente del Ejecutivo, la opción preferida por casi todos los partidos de la coalición de «unidad nacional» que le sostiene, aunque con bastantes reticencias por parte de la Liga, del ultraderechista Matteo Salvini.

El primer ministro, que ha rechazado en numerosas ocasiones un «Draghi bis», sólo consideraría la opción de continuar con el actual Gobierno si tuviera un apoyo compacto de todas las formaciones de su alianza y con unos objetivos muy claros y consensuados, según han filtrado fuentes de la presidencia del Gobierno citadas por los medios italianos. El progresista Partido Demócrata (PD), la centrista Italia Viva (IV) y la conservadora Forza Italia (FI) tienen cinco días para convencer a Draghi, al que consideran necesario para dar al país la estabilidad que necesita en un momento delicado y con varios frentes abiertos: una crisis energética, una inflación elevadísima y en medio de las reformas necesarias para recibir los millonarios fondos de ayuda europeos, además de un repunte de la pandemia.

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Incluso la portavoz en el Senado del M5S, Maria Domenica Castellone, la misma que explicó ayer las razones por las que su partido no iba a votar el decreto de las ayudas para paliar los efectos de la inflación desencadenando la crisis, ha declarado que la formación «está dispuesta a dar la confianza a Draghi», indican los medios. El mayor obstáculo parece Salvini, que se ha mostrado partidario de convocar elecciones, siguiendo la estela de la líder de los ultras Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, la única oposición formal de Draghi en el Parlamento y que reclama un adelanto inmediato de los comicios sabedora de que es la mejor situada en las encuestas.

Las elecciones, previstas para la primavera próxima y que podrían anticiparse, son el escenario más factible en caso de que Draghi decida no seguir, ya que parece improbable la posibilidad de que se nombre otro jefe de Gobierno, aunque ya suenan nombres posibles, como el del ministro de Economía, Daniele Franco, otro técnico, como el primer ministro.