La gente pasa frente a un Cineworld en Leicester's Square, en Londres. | Reuters

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El índice de precios al consumo (IPC) del Reino Unido se situó en julio en el 10,1 %, frente al 9,4 % del mes anterior, por lo que alcalza el nivel más alto en más de 40 años, informó este miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, por sus siglas en inglés). El incremento respondió principalmente al alza de la electricidad y el gas, así como del transporte, los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, agregó la ONS.

Según los expertos, el IPC está en su nivel más alto desde febrero de 1982, cuando se situó en el 10,4 %. El economista jefe de la ONS, Grant Fitzner, dijo que «una amplia variedad de precios hizo que la inflación volviera a subir». «Los precios de los alimentos aumentaron notablemente, en particular los productos de panadería, lácteos, carnes y verduras», indicó el directivo, y agregó que también subieron los precios de otros artículos básicos, como cepillos de dientes y desodorantes. «Impulsado por una mayor demanda, el precio de los paquetes de vacaciones aumentó, después de caer en el mismo período el año pasado, mientras que las tarifas aéreas también subieron», añadió.

«El coste de las materias primas y los bienes que salen de las fábricas siguió aumentando, impulsado por el precio de los metales y los alimentos», subrayó. El precio de la energía -el límite máximo que las compañías del sector están autorizadas a cobrar a cada hogar al año-, estaba en octubre de 2021 en 1.400 libras (1.666 euros) anuales, pero el pasado abril subió a 1.971 libras (2.345), mientras que se espera que este octubre el precio trepe a 3.358 libras (3.996 euros).

El Banco de Inglaterra subió recientemente los tipos de interés del 1,25 al 1,75 % a fin de controlar la inflación y avisó de que ésta puede llegar al 13 % antes de que termine el año, mientras que anticipó que el Reino Unido puede entrar en recesión en el último trimestre de 2022 y que esta crisis puede continuar en 2023.