El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. | MARTIN DIVISEK

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Los ministros de Exteriores de la Unión Europea alcanzaron este miércoles un acuerdo político por el que respaldan suspender el acuerdo sobre la facilitación de expedición de visados que la UE firmó con la Federación Rusa en 2007. El anunció lo realizó el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, durante la rueda de prensa posterior a la reunión informal de titulares de Exteriores de los Veintisiete celebrada en Praga. La suspensión del acuerdo no supondría una prohibición total de los visados, pero dificulta los trámites que los ciudadanos rusos tienen que formalizar para obtener un permiso para estancias de 90 días. Borrell explicó que los ministros acordaron «políticamente» una «suspensión total del acuerdo de facilitación de visados entre la Unión Europea y Rusia».

Precisó que hasta ahora ese convenio estaba parcialmente suspendido para grupos concretos de personas, como funcionarios y empresarios, pero ahora queda suspendido por completo. «Esto significa que reducirá de manera significativa el número de nuevos visados emitidos por los Estados miembros de la UE. Va a ser más difícil y el proceso va a ser más largo. En consecuencia, el número de nuevos visados se reducirá de manera significativa», expuso. Borrell justificó la decisión alcanzada hoy porque, según dijo, desde mediados de julio se ha visto un incremento «sustancial» en los cruces de fronteras desde Rusia hacia los Estados vecinos que pertenecen a la UE, lo cual se ha convertido en «un riesgo de seguridad» para esos países del club comunitario, de acuerdo con el alto representante de la Unión. «Además, hemos visto a muchos rusos viajando por motivos de ocio, para ir de compras, como si no se estuviera librando una guerra en Ucrania», constató.

El jefe de la diplomacia comunitaria dijo que hay «un entendimiento común» de que la suspensión del convenio con Rusia «permitirá que los visados se concedan uno por uno, sobre la base de un examen minucioso de cada caso individual y, en especial, para grupos específicos de personas». En ese sentido, indicó que la UE no quiere perder el contacto con quienes se oponen a la guerra en Ucrania ni con la sociedad civil rusa. Los ministros también acordaron que los pasaportes emitidos por las autoridades rusas en las zonas ocupadas de Ucrania no serán reconocidos en los Veintisiete. Sobre los visados que ya se han emitido y no son nuevos, los ministros acordaron invitar a la Comisión Europea a analizar «esa compleja situación y proporcionar directrices» al respecto. En cuanto a la situación en los Estados miembros fronterizos, se reconoció que esos países pueden tomar medidas a nivel nacional para restringir la entrada en la Unión Europea a través de sus fronteras, «siempre en conformidad» con el código de fronteras Schengen.