Vista de la planta de energía térmica de Sloviansk, dañada por un ataque militar ruso en la aldea de Mykolaivka, región de Donetsk. | Reuters

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Los Parlamentos de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, reconocidas por el Kremlin en febrero pasado, convocaron un referéndum de integración con Rusia del 23 al 27 de septiembre. «¿Está usted a favor del ingreso de la república popular de Lugansk en Rusia en calidad de sujeto de la Federación Rusa?», es la pregunta que tendrán que responder los participantes en la consulta, según informó el centro de información de la república separatista de Lugansk.

La misma pregunta se les planteará a los que voten en el referendo en Donetsk a partir de este viernes. En una carta dirigida al presidente ruso, Vladímir Putin, el líder de los separatistas de Donetsk, Denís Pushilin, le pide que «estudie lo antes posible, en caso de que la decisión del referéndum sea positiva, de lo que no tenemos dudas, el asunto del ingreso de la República Popular de Donetsk en la Federación Rusa».

El presidente del legislativo prorruso de Lugansk, Denís Miroshnichenko, explicó que la consulta se extenderá durante cinco días con el fin de garantizar las condiciones necesarias para los votantes, miembros de comisiones electorales, observadores y periodistas. Los órganos consultivos de Donetsk y Lugansk se dirigieron este lunes a sus líderes para que convocaran «con urgencia» dichos plebiscitos con el fin de garantizar la seguridad de sus territorios. «Hoy recibimos las solicitudes de las cámaras públicas. Esto no es otra cosa que el reflejo de la opinión de nuestra gente, algo que hace mucho que se respira en el ambiente», explicó Pushilin.

Las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk han decidido acelerar la organización de los plebiscitos después de que la contraofensiva ucraniana haya obligado al Ejército ruso a ceder territorio. Hoy, martes, las administraciones prorrusas de los territorios ocupados de las regiones sureñas de Jersón y Zaporiyia, controladas parcialmente por las tropas rusas, también recibieron solicitudes de convocatoria de referendos de integración. Las autoridades ucranianas de Lugansk aseguran que sus fuerzas han tomado la localidad de Bilohorivka, en la frontera entre Lugansk y Donetsk.

De acuerdo con la inteligencia británica, cualquier pérdida sustancial de territorio en la región de Lugansk, cuyo control Rusia clamó a principios de julio, socavaría la estrategia del Kremlin en Ucrania. La retirada rusa de la región de Járkov el pasado 8 de septiembre ha estado acompañada del avance en el Donbás de las tropas ucranianas, que han cruzado el estratégico río Oskil. Con todo, el presidente ruso, Vladímir Putin, descartó el pasado viernes un cambio de estrategia en el este de Ucrania después de que el Kremlin también rechazara una posible movilización general tras las críticas de algunos políticos y líderes regionales sobre la acuciante falta de soldados en el frente.

Por su parte, la Presidencia ucraniana calificó de «chantaje» la convocatoria de referéndum lanzada este martes desde la autoproclamada república separatista de Lugansk y prometió que «eliminará» esa amenaza rusa, surgida del «miedo a la derrota». «El enemigo tiene miedo y manipula primitivamente», afirmó el jefe del gabinete de la Presidencia, Andriy Yermak, a través de su cuenta en Telegram, tras el anuncio lanzado desde Lugansk, al que se unieron a continuación representantes prorrusos de las regiones de Zaporiyia y Jersón. Yermak acusó a Rusia de recurrir a amenazas como las convocatorias de referéndum y la movilización general de los varones rusos y de no saber combatir más que contra «niños y civiles».

Sin embargo, afirmó, Ucrania «resolverá» el problema ruso y subrayó que las «amenazas» de Moscú sólo pueden ser eliminadas «por la fuerza». El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, manifestó por su parte que los «pseudorreferéndum» no cambiarán nada, al igual que no lo hará ningún tipo de movilización.