Alemania se enfrenta a una crisis energética como consecuencia de la guerra en Ucrania. | Efe

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El Instituto de Economía Alemana (IW) pronostica que Alemania se precipita hacia la recesión, con un caída del producto interior bruto (PIB) en 2023 del 1,75 % y un crecimiento de tan sólo el 1,25 % este año. «Todo apunta a que Alemania se precipita de manera incontrolada hacia una recesión», señala el director de IW, Michael Hüther, en un comunicado, en el que agrega que el Estado debe ahora hacer un gran esfuerzo y tomar medidas «antes de que sea definitivamente demasiado tarde». Afirma que las medidas adoptadas hasta el momento para aliviar a los consumidores son «importantes», pero subraya que «el gobierno no debe olvidar a las empresas que se ven superadas por los altos costes de la energía». «Se les debería dar un amplio apoyo. En caso necesario, habrá que volver a dejar en suspenso el freno de la deuda», dice.

Según el instituto, la economía alemana se enfrenta a tiempos difíciles, y tras la pandemia del coronavirus, debe afrontar ahora una crisis energética como consecuencia de la guerra de agresión rusa en Ucrania, mientras las elevadas tasas de inflación lastran por igual a empresas y hogares. La energía no sólo es extremadamente cara, sino que además no está garantizada para las empresas en el semestre de invierno, y muchos sectores no tienen claro si en los próximos meses contarán con suficientes materias primas y productos intermedios. Al mismo tiempo se desploma la demanda: las elevadas tasas de inflación son un lastre para los alemanes que, en la medida de lo posible, posponen compras mayores.

Todo indica que las principales causas de esta situación mantendrán ocupados a los políticos y a la economía también el año que viene, ya que no es de esperar que la guerra de agresión rusa contra Ucrania termine este invierno, lo que para la economía alemana significa que la energía seguirá cara, señala el comunicado. A ello se suma que la pandemia sigue dejando huella, con procesos de producción que continúan alterados y cadenas de suministro internacionales que se ven paralizadas una y otra vez. En muchos sectores faltan miles de trabajadores cualificados, lo que ensombrece aún más las perspectivas de futuro, señala el instituto. Estos datos son preocupantes para Baleares, ya que el turismo alemán supone una importante fuente de ingresos.

Según los pronósticos del IW, la economía mundial crecerá este año un 2,75 %, y el que viene sólo un 2 %, afectada por los elevados costes de la energía, los problemas de suministro y las incertidumbres globales. En China, la política «cero covid» representa un freno y Estados Unidos se encuentra en una recesión desde comienzos de año, agrega. Por otra parte, el gasto real de los consumidores caerá en 2023 un 2,25 % respecto al de este año, debido a las altas tasas de inflación y los elevados precios del petróleo y la electricidad, que están frenando el consumo privado.

Este año, es probable que la inflación media se sitúe en el 8 % y para el año que viene, los expertos pronostican tasas de al menos el 5 %. En tanto, el mercado laboral se mantiene sólido este año, con una tasa de desempleo del 5,25 % y un ligero aumento para el año que viene, hasta el 5,75 %, según los pronósticos de IW. Por otra parte, el auge en el sector de la construcción llega a su fin, con una escasez de personal cualificado y de material. Para 2022, el IW prevé un descenso de las inversiones en construcción del 2 % y para 2023, otro retroceso del 1,5 %.