Fuga de gas en Nord Stream 2 vista desde el interceptor danés F-16 en Bornholm, Dinamarca. | Reuters

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Las autoridades medioambientales alemanas alertan de los daños que pueden acarrear al ecosistema las fugas de gas detectadas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, ya que pueden liberar a la atmósfera metano, mucho más dañino que el CO2. La Agencia Federal de Medio Ambiente (UBA) estima que pueden liberarse 0,3 millones de toneladas de metano, según un comunicado emitido por ese departamento, que advierte de que por el momento no hay mecanismos para sellar las tuberías afectadas. Una tonelada de metano calienta la atmósfera tanto como 25 toneladas de CO2 a lo largo de cien años, apunta ese organismo. Según los cálculos de esa autoridad, el efecto climático de las fugas debe estimarse en unos 7,5 millones de toneladas equivalentes de CO2.

La ministra alemana de Medio ambiente, la verde Steffi Lemke, consideró este miércoles que la fugas no entrañan peligros graves para el ecosistema marítimo, pero sí para la atmósfera. Estas estimaciones estaban basadas sobre las tres fugas detectadas hasta ayer en el Nord Stream 1 y 2, a las que se sumó un cuarto escape, según comunicaron hoy fuentes de la Guardia Costera sueca. Esta cuarta fuga, de menor tamaño, se encuentra en la zona exclusiva económica sueca y en el Nord Stream II, según informó al diario Svenska Dagbladet Jenny Larsson, portavoz de la Guardia Costera.

El descubrimiento fue hecho hace un día durante una patrulla de las autoridades suecas, que al igual que las danesas, supervisan la zona con barcos y aviones, aunque no había sido difundido hasta ahora. En total hay dos fugas en cada gasoducto, dos en la zona danesa y dos en la sueca, en aguas internacionales. Tanto los gobiernos de Suecia y Dinamarca, como el de Alemania y la Unión Europea (UE) atribuyen esos escapes a un sabotaje, cuyo origen está siendo investigado. Ambos gasoductos estaban fuera de servicio.

El Nord Stream 1 suspendió los suministros hace unas semanas al alegar Rusia problemas técnicos, mientras que el Nord Stream 2 nunca entró en servicio ya que el Gobierno alemán suspendió el proceso de certificación a raíz del reconocimiento de las repúblicas separatistas del Donbás (Ucrania) por Moscú. La investigación de las fugas avanza lentamente debido a que continúa saliendo gas concentrado en las tuberías, lo que impide el acercamiento a la zona. La Dirección General de Energía danesa informó ayer de que ha salido más de la mitad del gas de las tuberías y que el flujo podría detenerse este domingo. La policía danesa investiga el incidente, al igual que ocurre en Suecia, donde la Fiscalía para cuestiones de seguridad ha asumido el caso, tipificado ya como sabotaje grave, y en las indagaciones colaboran los servicios de inteligencia suecos. Los sectores eléctricos y gasísticos de Dinamarca y Suecia han elevado el nivel de alarma sobre sus instalaciones con motivo de las fugas, y lo mismo ha hecho la vecina Noruega, a pesar de que no tiene costa en el Báltico, incluyendo presencia militar.