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Siguen las muertes sospechosas en las altas esferas del establishment ruso. En esta ocasión se trata del oficial militar encargado de la movilización de soldados para la campaña de Ucrania, Roman Malyk, que ha sido hallado muerto en extrañas circunstancias.

Tal y como recoge el Mirror, el teniente coronel Malyk, de 49 años, fue hallado ahorcado junto a una cerca en su casa, en la región de Primorsky, en Rusia. La policía rusa ha abierto una investigación por asesinato, pero no ha descartado el suicidio, según este medio.

Casado y padre de dos hijos, Roman Malyk era un veterano de la guerra de Rusia en Chechenia. Sus amigos y familiares negaron rotundamente que se haya suicidado. Estaba a cargo del alistamiento en el distrito de Partizan y las áreas circundantes en la región de Primorsky.

Malyk fue descrito por sus amigos como un "hombre fuerte y valiente" que "no se quebró bajo el peso de los duros eventos militares y las grandes pérdidas" en la guerra en Chechenia.

"Era un hombre de palabra y obra, conocido y respetado en la ciudad por su honestidad e integridad", dijeron las mismas fuentes, en declaraciones recogidas por el Mirror.

No es el único suceso reciente ocurrido en torno a la movilización militar: Dos soldados rusos han atacado un campo de entrenamiento en Belgorod, un tiroteo que ha dejado al menos 11 muertos y 15 heridos, según el Ministerio de Defensa ruso. Los "terroristas" abrieron fuego con armas cortas contra los militares que realizaban prácticas de tiro para sumarse voluntariamente a la "operación militar especial" rusa en Ucrania.