Aviones de la Marina Real, el Ejército Británico y la Fuerza Aérea Real realizan un vuelo de práctica desde la RAF Cranwell durante un ensayo. | Europa Press

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El Ministerio de Defensa de Reino Unido ha informado este martes de que está tratando de disuadir a sus expilotos de que ofrezcan entrenamiento a China, advirtiendo de que podrían ser procesados bajo una ley de espionaje. «Cuando los expilotos militares de Reino Unido brindan capacitación al Ejército Popular de Liberación de China, claramente se erosiona la ventaja de Defensa» del país, ha indicado la oficina británica en una serie de mensajes publicados en la red social Twitter.

«Estamos tomando medidas inmediatas para persuadir y penalizar esta actividad», ha añadido la cartera ministerial, que ha señalado que los servicios de Inteligencia están en contacto con las personas involucradas «para garantizar que sean plenamente conscientes del riesgo de enjuiciamiento en virtud de la Ley de Secretos Oficiales». En este sentido, el Ministerio liderado por Ben Wallace ha asegurado que el proyecto de Ley de Seguridad Nacional del Gobierno «proporcionará posibles rutas adicionales para el enjuiciamiento».

También ha aseverado que está realizando una revisión del uso de acuerdos de confidencialidad «con el objetivo de proporcionar palancas contractuales adicionales para evitar que las personas violen los términos de seguridad». Posteriormente, Wallace se ha reunido con su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, en el Pentágono, donde han sido preguntados por los periodistas si han discutido sobre los supuestos informes que indican que China está tratando de reclutar pilotos de la Fuerza Aérea para entrenar a su Ejército con el objetivo de evadir aviones occidentales.

No obstante, Austin ha evadido la respuesta, alegando que el objetivo del encuentro era el mutuo apoyo a Ucrania.

Los comentarios del Ministerio se producen después de que la cadena BBC informara de que hasta 30 personas que en su día sirvieron en las fuerzas armadas del país estaban proporcionando sus conocimientos a miembros del ejército chino. Algunos entrenadores cobraban unos 270.000 dólares, según el informe, citando a un funcionario occidental que no fue nombrado. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, dijo, en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg, que no estaba al tanto del informe cuando se le preguntó por él el martes en una rueda de prensa habitual en Pekín.