Una mujer con una fotografía de la periodista palestino-estadounidense Shirín abu Aklé durante una protesta en Líbano tras su muerte durante una operación israelí en Cisjordania. | Europa Press

TW
1

Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre la muerte de la periodista estadounidense-palestina Shirín abú Aklé, quien falleció supuestamente por un tiroteo del Ejército israelí hace seis meses en Cisjordania, tal y como ha hecho saber Jerusalén al añadir que se niega a cooperar. El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, ha calificado la iniciativa estadounidense de «error»: «La decisión tomada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de realizar una investigación sobre el trágico fallecimiento de Shirín abú Aklé, es un error».

«Las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) han llevado a cabo una investigación profesional e independiente, que se presentó a los funcionarios estadounidenses con quienes se compartieron los detalles», ha justificado a través de su perfil en la red social Twitter. «He enviado un mensaje a los representantes estadounidenses de que respaldamos a los soldados de las FDI, que no cooperaremos con una investigación externa y no permitiremos la intervención en investigaciones internas», ha afirmado el ministro de Defensa.

El Canal 14 de Israel informó primero de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos notificó al Ministerio de Justicia israelí que iniciaría una investigación sobre la muerte de Abú Akleh, informa el periódico The Jerusalem Post. No obstante, el Departamento de Justicia estadounidense no ha hecho ningún comentario ni declaración pública por el momento.

La decisión de Washington representa un cambio en la política estadounidense, ya que la Administración Biden insistió durante meses en que no abriría su propia investigación, sino que confiaría en las pesquisas realizadas por las autoridades israelíes y palestinas, recoge el periódico The Times of Israel.

Las conclusiones de la investigación desmontan además la narrativa de que existiera actividad de palestinos armados en las inmediaciones de la posición donde se encontraban los reporteros, como apuntó Israel en su momento. El Ejército israelí admitió varios días después la posibilidad de que la periodista muriera de un disparo efectuado por sus propias fuerzas pero siempre de manera no intencionada.

La periodista falleció por disparos el 11 de mayo durante una operación militar israelí en la Cisjordania ocupada, mientras trabajaba para el canal de televisión Al Jazeera. La reportera llevaba un casco y un chaleco que la identificaba como periodista. «Nunca podríamos esperar ningún tipo de rendición de cuentas o investigación legítima de la misma entidad responsable de matar a tiros a una periodista desarmada y claramente identificable», aseguró la sobrina de Abú Akleh, Lina, en septiembre cuando se publicó la investigación de las FDI.