Explosión de un arma nuclear. | Gerd Altmann

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La «mayoría» de los países del G20 condenó con firmeza la guerra en Ucrania y rechazó «el uso o la amenaza de usar armas nucleares», en una declaración adoptada en la cumbre de la isla indonesia de Bali.

El texto acordado por el grupo de los Veinte admite que hubo «otras posturas» sobre la situación en Ucrania durante las discusiones en Bali, reconoce que el G20 no es el foro más adecuado para resolver cuestiones de seguridad y afirma que la era actual «no debe ser de guerra».

La declaración conjunta firmada por el grupo de países, en el que se integra Rusia, destaca la necesidad de «mantener la ley internacional» y «salvaguardar la paz y la estabilidad», incluyendo principios humanitarios y la protección de civiles e infraestructuras en conflictos armados.

«El uso o la amenaza de usar armas nucleares es inadmisible. Es vital la resolución pacífica de conflictos, y hacer esfuerzos para afrontar crisis, junto a la diplomacia y el diálogo», añade el texto que han logrado cerrar las veinte principales potencias mundiales tras unas arduas negociaciones debido sobre todo a las reticencias de Moscú.

El documento destaca asimismo el «inmenso sufrimiento humano» y los problemas que acarrea a escala global la guerra en Ucrania en cuanto a suministro energético, seguridad alimentaria o riesgos de inestabilidad financiera.

Ninguna reunión ministerial del G20 desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de este año ha logrado un documento consensuado por las diferencias entre los miembros a la hora de incluir alusiones al conflicto y en qué términos hacerlo.

La declaración emplea un lenguaje similar a la resolución de la Asamblea General de la ONU aprobada el pasado marzo contra la invasión, y se hace eco de ese texto, en el que se lamentaba «en los términos más firmes la agresión de Rusia contra Ucrania» y se reclamaba «una retirada incondicional» de tropas rusas del territorio del país vecino. Rusia se refiere de forma oficial a su invasión de Ucrania como una «operación militar especial», lo que dificultaba que hubiera una simple mención a la «guerra» en Ucrania en declaraciones multilaterales consensuadas en cualquier foro internacional.