El joven, en una imagen difundida en las redes sociales. | Redacción Digital

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Un adolescente palestino de 16 años murió este jueves por disparos del Ejército de Israel durante una redada militar en el norte de Cisjordania ocupada, informó el Gobierno palestino, sumando cuatro palestinos muertos -dos de ellos menores- a manos de las fuerzas israelíes en los primeros cinco días de 2023. «Amer Abu Zaytoun, de 16 años, murió tras recibir un disparo en la cabeza por parte de los soldados de ocupación (israelí) durante la agresión en Nablus en la madrugada de hoy», indica un comunicado del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina. Consultado por Efe, el Ejército no ha dado información sobre la operación militar.

Según la agencia oficial de noticias palestina, WAFA, numerosas tropas israelíes irrumpieron en el este de Nablus «provocando enfrentamientos con palestinos, durante los cuales los soldados dispararon balas reales y bombas de gas». Además, el Ejército arrestó a Hasan Arayshi, un palestino que ya había estado anteriormente en prisión, según la misma fuente. Shaker Ayad, otro adolescente palestino de 15 años, murió el martes por los disparos en el pecho que recibió de las fuerzas israelíes durante una incursión en el campo de refugiados de Dheisha, en la ciudad de Belén, al sur de Cisjordania. Otro niño resultó herido en la mano por fuego real en esa incursión.

Las muertes de estos dos menores se suman a las de dos jóvenes palestinos de 22 y 25 años, que ocurrieron el lunes durante enfrentamientos que se desataron con el Ejército israelí en el área de Yenín, norte de Cisjordania, cuando los uniformados acudieron a demoler las casas de dos atacantes que mataron a un soldado israelí el año pasado.

La espiral de violencia continúa en Cisjordania ocupada desde que Israel lanzó en marzo pasado su operación «Romper la ola» tras una serie de ataques mortales por parte de palestinos y árabes israelíes. Esa operación consiste en cotidianas redadas, casi siempre de noche y sobre todo en el área de Yenín y Nablus -bastiones de milicias palestinas-, que derivan en enfrentamientos armados y se saldan frecuentemente con muertes -muchas veces de civiles- y con arrestos de palestinos sospechosos de terrorismo. En este contexto, 2022 fue el año más letal en la zona desde 2006, con 170 palestinos muertos y 2.672 detenidos, mientras del lado israelí 29 personas murieron en ataques.