Imagen del principio de la invasión, cuando Kiev sufría bombardeos constantes. | Efe

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En los momentos en los que la guerra de Ucrania centra sus avances militares en el Donbás, nuevas informaciones cambian el concepto que tenemos de los hechos del 24 de febrero y las horas inmediatamente siguientes a la invasión rusa de Ucrania. Se sabe que Vladímir Putin planteó una operación relámpago, apresar los principales objetivos y en pocos días obtener la victoria total. Pero su plan se torció, y puede ser que Bulgaria, uno de los países más pobres de Europa de ambivalente relación con la 'patria eslava', tuviera algo que ver.

El medio especializado Politico se ha hecho eco estos días de la 'operación Bulgaria al rescate', o cómo Sofía acudió al auxilio de Kiev en sus momentos más críticos, facilitando en secreto combustible y munición al gobierno de Volodímir Zelenski en contra de la opinión de determinados miembros del gobierno, con ciertas inclinaciones prorrusas. Según el citado medio, «la primavera pasada, el ejército de Ucrania se estaba quedando sin el combustible y la munición de calibre soviético necesarios para seguir plantando cara a los rusos. La salvación vino de un lugar inesperado: Bulgaria. Gracias a su política interna fracturada, y las inclinaciones prorrusas de gran parte de su élite, Sofía se ha esforzado durante el transcurso de la invasión para enfatizar que no está armando a Ucrania».

No obstante, de un modo discreto sí estaban contribuyendo a su causa. Tal y como ha publicado el alemán WELT, tras entrevistar a algunos de los protagonistas políticos de primera línea como el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, el exprimer ministro búlgaro, Kiril Petkov, y su ministro de Finanzas, Assen Vassilev, ha llegado a la conclusión que la administración búlgara proporcionó envíos de materiales y suministros básicos para poder responder a las primeras ofensivas, y no perder por completo la partida del dominio territorial antes de ser capaces de reaccionar y responder.

Cómo lo hizo. Estos medios especializados en la crónica política afirman que Bulgaria utilizó intermediarios para proporcionar a Kiev «suministros vitales de armas, municiones y diésel en un momento crítico de los combates del año pasado».

Muchos caracterizan al exprimer ministro Petkov como un colaborador de Occidente, y su tendencia favorable a la OTAN le reportó intensas discusiones con aquellos más cercanos al Kremlin, algunos de los cuales incluso forman parte de la coalición de gobierno. Los sucesores del antiguo Partido Comunista no apoyarían cualquier indicio de apoyo a Ucrania en una disyuntiva como la planteada por Putin, y el líder del gobierno búlgaro incluso tuvo que relevar a su ministro de Defensa del cargo. En público Petkov descartó siempre cualquier envío de existencias militares de origen soviético a Ucrania. Ahora parece que no fue del todo así.