El primer ministro británico, Rishi Sunak, en una conferencia universitaria. | POOL

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Rishi Sunak cumple 100 días como primer ministro británico y lo hace con una situación peliaguda a nivel judicial. Las últimas semanas, dos juicios por violencia sexual que han dejado en evidencia a la justicia inglesa. Mason Greenwood y Benjamin Mendy fueron acusados por violación y ambos han salido, por el momento, ilesos de las acusaciones que les alejaban del terreno de juego. De otro modo, los 100 días son un hito muy pequeño a lo largo de la historia, pero si se pone al lado de su predecesora, Liz Truss, supone un avance hacia la estabilidad política de un país que desde que se anunció el Brexit vaga por un mar revuelto y con animales peligrosos acotando el navío británico.

Tras pasar el centenario de jornadas en el 10 de Downing Street, las corrientes ‘tories’ argumentan que Sunak ha estabilizado la situación, ha alejado al partido de portadas escandalosas a pesar de que esté a punto de perder a su tercer ministro de gabinete, Dominic Raab, por una nueva polémica. Hasta el momento son dos las pérdidas que acumula su gobierno. Gavin Williamson y Nadhim Zahawi tuvieron que salir por sendos escándalos políticos. Sin embargo, sus políticas económicas están sacando a flote la economía británica y sigue enfocando su legislatura en cinco promesas: la inflación, la deuda nacional, la economía, la inmigración y la política de salud pública.

Su perfil de economista le hace centrar su mandato en la salud económica del país. Desde su llegada a Downing Street ha demostrado que su objetivo prioritario es devolver el PIB a una situación prepandémica. Sin embargo, sigue estando por debajo de lo que estaba y el FMI ha pronosticado que el Reino Unido será la única economía importante que se contraerá en 2023. Concretamente, un 0,6 %.

Los sectores más críticos con Sunak aseguran que el máximo culpable es el Brexit porque se ha reducido el flujo de comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea. Sunak sigue siendo defensor de la salida del país británico y asegura que la crisis del costo de vida «no tiene nada que ver con el Brexit». Sea cual sea el causante de esta situación, tiene poco margen de maniobra. La inflación está disparada, alcanzando picos históricos del 11,1 % y el Reino Unido se encuentra en una ola de huelgas en busca de un salario más alto para poder cubrir las necesidades básicas.

A pesar de que Sunak ha ido cumpliendo sus objetivos marcados, el primer ministro está perdiendo apoyo dentro de la sociedad y el Partido Laborista tiene una ventaja de 20 puntos en las encuestas de cara a las futuribles elecciones.